Este lunes, el Papa Francisco se refirió a que los corruptos son el Anticristo y dijo que ellos eran «un peligro, ya que son adoradores de sí mismos, sólo piensan en ellos y consideran que no necesitan de Dios». Conozco las acciones del Anticristo en este país y su egoísmo muy bien. Un 7 de Junio de 1999 el Anticristo asesinó al Coronel Byron Mejía. Un hombre que conocí de cerca. No era para nada lo que en mi cabeza definía a un chafarote chapín, era más bien lo que yo entendía debía ser un caballero militar, pero los de verdad, de los que no existían. Nunca entendí como él encajaba como militar en Guatemala.

Byron era Coronel Activo, de la promoción  del actual presidente. Fue el primer jefe de seguridad de la SAT.   Cuando lo asesinaron, se dirigía a Tecún Umán para destituir prácticamente a todos los funcionarios de esa aduana por corruptos.   Lo emboscaron en el kilómetro 91 después de Santa Lucía Cotzulmalguapa. Uno de los datos más interesantes que me proporcionó su hermano, es que las balas asesinas pertenecían a la Industria Militar de Guatemala, por lo tanto se podría inferir que hubo militares involucrados en su asesinato. Allí entendí que Byron no encajó como militar en Guatemala. Por eso lo mataron ellos mismos, los Judas,  los que forman parte del Anticristo. Estas personas quisieron mandar un mensaje a la nueva SAT, tal como mandaron un mensaje a todos los guatemaltecos cuando asesinaron a Gerardi a los días de publicar el informe “Guatemala Nunca Más”.

El Anticristo cobarde dejó otra familia guatemalteca más devastada, una madre y esposa mutiladas,  4 hijos huérfanos de padre y otro crimen de tantos sin resolver. Byron no era tonto, pero fue traicionado, asumió el riesgo por su país y su familia, por sus hijos, porque deseaba un mejor país para ellos, tomó su responsabilidad, congruente con sus valores y principios pagando el precio máximo. La libertad no es gratuita. 

Siempre me pregunto: ¿Qué país le entregaré a mis hijos? No podemos heredar un país en el que la justicia es para los que puedan pagarla o comprarla y en que los corruptos hacen lo que quieren; porque nosotros, los ciudadanos, no estamos dispuestos a ejercer nuestra responsabilidad cívica de denunciar,  exigir y reclamar.

El himno de Guatemala reza: “Nuestros padres lucharon un día encendidos de patrio ardimiento”.   ¿Qué dirán nuestros hijos de nosotros?  ¿Qué tendrán que hacer ellos para sacar al país de este pantano? ¿Qué riesgos tendrán que asumir, por qué nosotros no estamos dispuestos a arriesgarnos, a luchar y asumir nuestra obligación y responsabilidad ciudadana?    Al no hacer nada estamos entregando nuestra libertad, nuestra dignidad y nuestra esperanza al monstruo.   Al no hacer nada sembramos el miedo, resentimiento y desesperanza en nuestro corazón.

La SAT es de las instituciones por las que debemos luchar para que se encuentre lo más libres de los corruptos, porque maneja información privilegiada de todos los contribuyentes.   La SAT sabe dónde vive, qué propiedades tiene, qué carros maneja, cuánto gana, dónde trabaja. ¿Se imagina esta información en manos del crimen organizado?    En los Estados Unidos existe un escándalo gigantesco porque el IRS  ha sido utilizado para perseguir a ciudadanos conservadores opuestos a la línea de trabajo del Presidente.  Si eso pasa allá  ¿Se imagina lo que pudiera pasar aquí si dejamos que la SAT haga lo que se le dé la gana? Hoy más que nunca debemos luchar por la independencia y profesionalidad en la SAT.

P.D.  Felicitaciones al MP en especial a la Fiscalía Contra la Corrupción por procesar a corruptos que lavan el dinero de los impuestos esta semana.