El Anticristo


Está nuevamente en boga el tema del Anticristo, e incluso un fulano ha decidido autonombrarse así­, y como es natural, ya se va gastando bastante tinta de imprenta barajando ideas alrededor suyo, e incluso ya tiene seguidores, lo que demuestra la ansiedad por contar con un lí­der, del cual se carece a nivel internacional, lo que constituye magní­fico caldo para darle sabor.

José Antonio Garcí­a Urrea

Pero lo que a mí­ se me ocurre es que la profecí­a que lo creó en aquellos remotos tiempos, no se referí­a a un individuo en sí­, puesto que no tendrí­a, hacia estas épocas, otro ser viviente en contra de quién luchar, porque de organizarse foros, se quedarí­a hablando solo.

Así­ las cosas, bajo mi óptica, el Anticristo profetizado hací­a referencia a una ideologí­a, porque ésta sí­ captarí­a masas enteras de seguidores hasta constituirse en una mí­stica, como ha sucedido con el comunismo que se le combate y vuelve a echar raí­ces y así­ será, en tanto existan grandes diferencias económico-sociales.

Recuerdo haber leí­do de la bestia que surgirá del mar (¿los ovnis, que según parece tienen bases submarinas)? y el 666, número de la bestia. La profecí­a no define cuál será esa bestia, me parece también algo simbólico.

También recuerdo que años atrás se habló mucho del Anticristo, incluso predicadores callejeros llamaban al arrepentimiento, echarse cenizas en el cuerpo y vestirse con sacos de brin, porque a los que no anduvieran así­, el ángel del Señor les cortarí­a la cabeza con su filosa espada. ¡Vaya ángel y vaya Señor!

He leí­do también de quienes abogan porque se le permita entrar al paí­s porque aquí­ existe libertad de cultos, pero este «Anticristo» no constituye un culto, es una simple ocurrencia. Ya en otra oportunidad, muchos lo recordarán, vino un individuo que se autoproclamó Rey del Mundo, y se sentó varios dí­as, en una silla lujosa, frente al Palacio Nacional. El Anticristo ya hace tiempo que está entre nosotros, silencioso y se ha apoderado de grandes masas de seguidores a nivel mundial cristiano, y es precisamente el descreimiento y hasta blasfemo, de acuerdo a las doctrinas cristianas, la ignorancia de quien fue El Cristo Redentor. Al respecto se ha hablado de algo que parece chiste, pero a lo mejor no lo es, de que el alumno de un colegio en la clase de Historia Universal, le preguntó la maestra, ¿Qué significan las siglas: a.C. y d.C.?, el alumno respondió: «Antes de Colón, y, después de Colón». Desconocimiento y negación de Cristo. El AntiCristo.

GOTITA: Se inició la vacunación: ¿en contra de la impunidad?