¿Cuántas veces se ha enamorado usted, estimado lector? Como dice la canción estadounidense «El amor es algo muy esplendoroso» y lo traducen como «El amor es algo esplendoroso».
Los seres humanos están sedientos de amor; ven películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchan canciones triviales que hablan del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor.
Esa peculiar actitud se debe a varios factores que, individualmente o combinados, tienden a sustentarla. Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se les ame, cómo ser dignos de amor. Para ellos el problema no estriba en que no saben cómo amar: Qué es amar. Para recibir hay que dar y, muchas veces, hay que dar más de lo que se recibe. Esta es una simple o elemental regla universal.
Visto desde el punto de vista romántico: «Amar es empapar el pensamiento con la fragancia del edén perdido, es tocar los dinteles de la gloria, es ver tus ojos y es escuchar tu acento, amar… amar es llevar herido con un dardo celeste el corazón», dice Lucho Gatica en la canción «Amémonos»
Enamorarse es subir al cielo; es escapar al infinito y ver y sentir a los pies las gigantescas y luminosas galaxias. Es ver y sentir pasar a cientos de miles de kilómetros por hora dispersos bólidos girando por el infinito. Es utilizar las estrellas como polveras para enriquecer la piel y el olfato con nubes de polvo galáxico. Es utilizar notas musicales como corredores sin fin hacia las galaxias, en donde extraños planetas giran expeliendo aromas de azahares y miríadas de luces de colores.
Es bajar a las fosas más profundas del océano; es sentir las poderosas corrientes de los mares y abrigar el sentimiento de flotar sobre una gigantesca montaña rusa acuática al sentirse navegar a la deriva sobre olas gigantescas que arriban sin fin desde lo ignoto y no llenar nunca las ansias ni la sed de amor. Es remontar las fuertes corrientes de los vientos sobre selvas, desiertos, montañas y volcanes. Es recorrer el mundo montado sobre los vientos invernales y sobre los vientos cálidos del planeta.
Enamorarse es sentir todos los perfumes de la galaxia juntos, es sentir la suavidad del terciopelo en la piel; es caer en una vorágine sin fin y sin sentido. Es extraviarse en el éxtasis de la mayor gloria universal.
Enamorarse es permear la piel de la pareja y sentirse cobijado dentro de la tibieza de su cuerpo? dentro de su seno. Es como volver por un instante al seno materno? a lo primigenio de la vida. Enamorarse es sentir que todas las estrellas entran por los ojos al unísono. Es absorber toda la música del universo. Es flotar sobre las notas musicales de una sinfonía, de un concierto o de una simple melodía. Enamorarse es convertirse en música, en agua, en viento, en estrellas? en galaxias. Enamorarse es absorber el infinito de una sola bocanada.
El amor genera poderosísimas fuerzas espirituales que cruzan el espacio y el tiempo como relámpagos que resuenan en los ámbitos del presente, del pasado y del futuro. El amor une. El amor es cohesión espiritual? enlace espiritual? afinidad espiritual.
El amor es violento, es pacífico, es amable, es celoso, es la mayor mezcla de sentimientos y de pasiones que conoce el ser humano. El amor es la mayor fuerza que se conoce en el universo? Preserva la vida.