La Comisión Nacional de Energía Eléctrica anunció ayer un aumento general de las tarifas como resultado de la sequía y el aumento de los precios del petróleo que es el insumo utilizado para generar energía en las plantas térmicas. Como dicen algunos, se juntaron el hambre con las ganas de comer y el resultado es un golpe durísimo a la economía de los guatemaltecos porque aún y con la protección de la tarifa social, hay que recordar que el alza de la electricidad tendrá efectos muy serios en los precios de casi todos los productos porque tanto la pequeña y mediana como la gran empresa tendrán mayores costos de producción.
Según la ley que regula al sector eléctrico, la Comisión Nacional de Energía Eléctrica tiene potestad para fijar tarifas de conformidad con los estudios técnicos que reflejen los costos de generación. Actualmente buena parte de la generación está en manos de particulares, a diferencia de lo que ocurría cuando el Instituto Nacional de Electrificación y la Empresa Eléctrica eran los únicos generadores importantes en el país, y no debe dejar de mencionarse que es muy fuerte el peso que tiene la generación térmica que quema derivados del petróleo, por lo que la crisis mundial nos afecta, especialmente cuando se produce a la par de una sequía tan grave como la que disminuyó los caudales de las principales generadoras hidráulicas. Ante el anuncio de la Comisión no queda otra que sufrir el incremento y si bien vale la pena que la Comisión de Energía del Congreso de la República actúe de acuerdo a sus facultades para fiscalizar la decisión de la CNEE, lo cierto del caso es que estamos ante un hecho consumado que tendrá graves repercusiones en la vida nacional porque el impacto que tiene en la estructura de costos de toda la producción nacional la factura eléctrica es de gran envergadura y los guatemaltecos hemos de sufrir los efectos de un incremento generalizado de precios de casi todos los productos porque será imposible elaborarlos sin modificar su valor de venta al público. Ojalá los ajustes se limiten únicamente a compensar lo que significa el aumento de la tarifa eléctrica, pero la historia nos demuestra que en muchos casos se aprovechan coyunturas de este tipo para incrementar también el margen de ganancia y que eso significa alzas desmedidas en bienes y servicios. No existen en el país mecanismos de verificación y quedamos expuestos y sujetos únicamente a la buena fe y la responsabilidad social de los empresarios que decidan actuar consecuentemente, pero seguramente no faltarán los avorazados que se aprovechen.