El Diario La Hora del martes 6 de noviembre de 2012 publicó en su titular “Con manos atadas por argucias en juzgados”. En la parte superior de la portada dice “Magistrado César Barrientos se refiere a débiles procedimientos contra jueces” y, en la parte inferior expresa “Algunas resoluciones despiertan dudas y cada vez podemos hacer menos”, refiriéndose a la declaración del Magistrado.
En agudo y realista comentario al artículo anterior refiriéndose a las extrañas resoluciones de los juzgados, el señor Gil Zu, comentarista de los comentarios electrónicos de La Hora nos dice: “En una organización gremial o social el poder soberano radica en su Asamblea General. Es la Asamblea General la que confirma o rechaza, teniendo la facultad de desconocer a una Junta Directiva o solicitar a las autoridades competentes investigar los ilícitos y proceder. Cuando una persona o grupo se quieren sostener en un cargo contra viento y marea la Asamblea General los puede desconocer y conforme los Estatutos de cada organización proceder a convocar a una nueva elección de Directivos. Hasta el General Ubico lo entendió cuando el pueblo le pedía que renunciara y renunció.” (sic)
Sin embargo, una anómala junta directiva logró que una juez aceptara demandar a la Asamblea General de Asociados de la Cooperativa de Papel (Copagua), a pesar de que la Asamblea General desconoció en su momento a esa junta directiva por incongruencias en su permanencia en los puestos e ilícitos en los manejos contables y financieros.
En la demanda a la Asamblea General de la Cooperativa puede verse la celeridad con la que la juez Dora Leticia Monroy Hernández emitió el amparo provisional apoyando a la anómala junta directiva demandante, quienes demandaron sobre bases falsas fácilmente identificables y que contravienen el artículo 30 del Estatuto de la Copagua.
El memorial solicitando el amparo fue presentado por la anómala junta directiva el lunes 30 de abril de 2012 y, el jueves 3 de mayo, la juez otorga el amparo provisional, a pesar de que el martes 1º de mayo fue día de asueto. El amparo a favor de la anómala junta directiva lo otorgó el juzgado Quinto de Primera Instancia del ramo Civil en cuatro días y, luego de eso, se han utilizado argucias para retrasar el proceso. Una de ellas es que la juez solicitó que indicaran cuántos son los miembros de la Asamblea General y sus direcciones, con la intención de notificar a todos los asociados. Por desconocer las direcciones de los trescientos treinta asociados de la Copagua, la anómala junta directiva no pudo cumplir con lo solicitado por la juez y, ésta revocó el amparo provisional otorgado.
Esta suspensión fue ordenada el 17 de octubre de 2012, con la que tenía que salir inmediatamente de la Institución la anómala junta directiva. Sin embargo el secretario del juzgado, Víctor Manuel Rodríguez Rivas, convenientemente “olvidó” emitir el oficio correspondiente, con lo cual dio tiempo a que la anómala junta directiva apelara ante la Corte de Constitucionalidad, retardando la “pronta justicia”. Ésta es una argucia descarada a la que recurren algunos juzgados para favorecer a alguna de las partes.
El saqueo a una cooperativa, como muchos de los crímenes que se suceden en Guatemala, nos deja al descubierto elementos de la corrupción que impera en Guatemala, pero también nos ilustra con el conocimiento de que las cooperativas son componentes clave de una economía sostenible…