Unidades del Ejército sirio se preparaban hoy para entrar en una ciudad del norte del país a fin de aplastar otra protesta antigubernamental, haciendo que los residentes huyeran mientras el régimen de Bashar Assad buscaba controlar el espectáculo de miles de aterrorizados refugiados que cruzan la frontera hacia Turquía.
GUVECCI / Agencia AP
El general de división Riad Haddad, titular del departamento político de los militares, dijo que los tanques que rodeaban la ciudad de Maaret al-Numan no habían entrado «todavía», insinuando que estaban preparando la operación. Activistas dijeron que cientos de residentes huían hoy de la ciudad.
Haddad confirmó además versiones de testigos de que unidades del ejército rodeaban la ciudad oriental de Al-Boukamal, cerca de la frontera con Irak, diciendo que el despliegue tenía por objeto «proteger las fronteras».
El área era una ruta de contrabando de insurgentes y armas a Irak en la década pasada y las autoridades sirias se preocupan de que haya un flujo de armas a la inversa, hacia Siria.
Enfrentado a la más seria amenaza contra la dinastía familiar que gobierna Siria desde hace 40 años, el presidente Assad ha lanzado a los militares a cerrar áreas estratégicas en el norte y el este del país, incluso la ciudad de Jisr al-Shughour, cuyo control estaba perdiendo hasta que los militares entraron en ella el domingo.
Los tanques y las fuerzas más leales al gobierno han tratado de aplastar cualquier posibilidad de que el levantamiento de 12 semanas pueda ganar una base para una rebelión armada más generalizada contra Assad.
Unos 8.000 sirios ya han buscado refugio en campamentos en la vecina Turquía durante la más reciente represión militar, que según las autoridades era necesaria para librarse de «terroristas armados». El gobierno culpa la inestabilidad a una conspiración extranjera que, según dice, está impulsada por extremistas religiosos.
Defensores de los derechos humanos dicen que durante la represión han muerto más de 1.400 personas y que unos 10.000 han sido detenidos. El levantamiento de tres meses fue inspirado por las revoluciones exitosas en Túnez y Egipto.