La Fuerza Armada de El Salvador está dispuesta a pedir perdón por «los errores» de violaciones a los derechos humanos por miembros de la institución durante la pasada guerra civil (1980-1992) en aras de la reconciliación con la sociedad salvadoreña.
«Es posible que haya habido muchas más violaciones a derechos humanos de parte de nosotros (la Fuerza Armada), eso no nos enorgullece, es una cosa que no debe de volver a suceder y debemos arrepentirnos y pedir perdón de los errores que cometimos, sobre todo cuando fueron crímenes», dijo el ministro de Defensa, general David Munguía, a la prensa.
Según Munguía, el hecho de que la institución armada pueda pedir perdón por las graves violaciones a los derechos humanos durante el conflicto debe tomarse como un acto de «reconciliación» con la sociedad salvadoreña pues a fin de cuentas los errores cometidos «no se pueden justificar».
Aunque no precisó cuándo piensa pedir perdón el ejército, dijo que no sólo la Fuerza Armada debería hacerlo, sino «otras partes» que también se vieron involucradas o participaron en el conflicto.
Tanto el extinto comandante y líder del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Schafik Hándal, como el ahora vicepresidente del gobierno del presidente Mauricio Funes, el ex comandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén, pidieron perdón por los daños provocados por la guerrilla, respectivamente en actos públicos previos a las elecciones de 2004 y 2009.
La postura del ministro de Defensa del gobierno de izquierda de Funes no ha sido bien recibida y hasta rechazada por algunos militares en retiro que vivieron la guerra civil salvadoreña.
«La Fuerza Armada lo único que hizo es defender al país del intento del comunismo por tomar el país, fue algo legítimo. La Fuerza Armada como institución del Estado no debe estar sujeta a esas presiones y demandas de pedir perdón, no fue eso lo que se estableció en los acuerdos de paz», señaló el ex ministro de Defensa (1994-1999), el general (r) Humberto Corado.
Durante los 20 años de gobiernos de derecha, que terminaron con la llegada de Funes al poder el 1 de junio pasado, la Fuerza Armada como institución se negó a pedir perdón por las violaciones cometidas durante la guerra civil que dejó 75.000 muertos, 7.000 desaparecidos y cuantiosos daños a la economía nacional.
«Por reparación moral, por reivindicar a las víctimas, porque se logre una verdadera reconciliación, por ello es necesario y justificable que la Fuerza Armada pida perdón», consideró el director del Instituto de Derechos Humanos (IDHUCA) de la Universidad Centroamericana, Benjamín Cuellar.