La inminente ejecución del mexicano Edgar Tamayo Arias en Texas pese a un fallo judicial internacional en contra es una «aberración» que muestra la importancia de que Estados Unidos cuente con un mecanismo para obligar a sus gobiernos locales al cumplimiento de compromisos internacionales, dijo hoy HRW.
«Es una aberración, es un acto de barbarie por parte de las autoridades de Texas», que tienen en esta materia un «récord realmente abominable», condenó hoy el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, en rueda de prensa en Washington.
Pese a los intensos llamamientos internacionales a detener su ejecución, Texas tiene previsto ejecutar mañana la pena de muerte de Tamayo Arias, a la que fue condenado por el asesinato en 1994 de un policía en Houston, pero cuyo expediente está incluido en el denominado «fallo Avena».
Se trata de una decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de 2004 en la que resolvió que Estados Unidos violó el artículo 36 de la Convención de Viena en el caso de 51 mexicanos condenados a muerte, entre ellos Tamayo Arias, porque no se respetó su derecho a recibir asistencia consular.
Vivanco recordó hoy la importancia de esta garantía que Estados Unidos también reclama para sus ciudadanos detenidos en el extranjero y advirtió del peligro que implica para éstos que Texas ignore este fallo, porque eso «permitirá a otros Estados violar ese mismo tratado con total impunidad».
Según el representante de HRW, el problema de fondo es la falta de un mecanismo que obligue a los estados norteamericanos a respetar fallos judiciales internacionales que afectan a toda la nación.
«¿Por qué Texas ignora esto? Porque se puede dar ese lujo, y mientras no exista acá internamente un mecanismo por el que el gobierno federal pueda exigirles a los estados de la federación el cumplimiento de obligaciones jurídicas internacionales que obligan a Estados Unidos como nación, lamentablemente esto se va a seguir produciendo», advirtió Vivanco.