El canciller egipcio Nabil Fahmy negó que se propusiera cambiar la línea de su política exterior y afirmó al recibir a una delegación rusa de alto nivel que El Cairo quiere mejorar las relaciones con Rusia, pero no reemplazar a Estados Unidos como aliado clave.
Fahmy habló después de reunirse con su contraparte ruso, Serguei Lavrov, quien lidera la delegación rusa en El Cairo. Se trata de la representación rusa de más alto nivel que visita Egipto en años e incluye al ministro de defensa Serguei Shoigu, cuya presencia suscitó conjeturas de un posible acuerdo de armas.
«Esperamos cooperar con Rusia en varios campos y eso se debe a la importancia de Rusia en el escenario internacional», dijo Fahmy en una conferencia de prensa. «Esperamos mantener una relación continua, firme y estable con Rusia. Tratamos de impulsar una relación que ya existe».
Al preguntársele si Rusia sustituiría a Estados Unidos como principal aliado, Fahmy dijo que Egipto no está buscando un «sustituto para nadie». «La importancia de Rusia es tal que no tiene que ser sustituto de nadie», dijo.
Fahmy dijo que él, Lavrov, Shigu y el ministro egipcio de Defensa, general Abdel Fatá El Sisi, quien dirigió el golpe de julio que derrocó a Morsi, se reunirán en las próximas horas.
Por su parte Lavrov afirmó que «Rusia ha mantenido una relación con el público egipcio durante docenas de años» y calificó de «histórica» la reunión del jueves.
Lavrov agregó que Rusia apoya el retorno de Egipto a la estabilidad. «A Rusia le agradaría ver un Egipto estable con una economía próspera y un sistema político eficiente», agregó, manifestando apoyo al plan de transición a la democracia de los gobernantes egipcios, respaldados por los militares.
La visita de la delegación rusa ocurre en momentos en que las relaciones de Egipto con Estados Unidos —el principal aliado y benefactor de El Cairo desde los años 1970— se han visto afectadas cada vez más a raíz del golpe de estado con respaldo popular que derrocó a Mohammed Morsi, presidente elegido democráticamente e islamista de la Hermandad Musulmana.
Egipto fue el aliado árabe más estrecho de Moscú durante dos decenios desde la década 1950, cuando la Unión Soviética brindó un fuerte apoyo al líder nacionalista Gamal Abdel Nasser en su ambicioso plan de modernizar el país y crear un ejército poderoso durante los momentos más peligrosos de la Guerra Fría y el conflicto entre árabes e israelíes.
Pero en 1972 el entonces presidente Anwar Sadat expulsó a miles de asesores militares rusos y modificó profundamente la política exterior, acercándose a Estados Unidos poco después de la guerra de 1973 en el Medio Oriente.
Además, las relaciones de Egipto con la Unión Soviética se deterioraron después de la invasión soviética de Afganistán en 1979, pero han mejorado en los últimos años y cientos de miles de rusos se van de vacaciones a Egipto todos los años.
Estados Unidos congeló el mes pasado una buena parte de los 1.300 millones de dólares anuales en asistencia militar a Egipto, lo que disgustó a El Cairo y provocó especulación en medios locales de que Egipto tenía planes de firmar un acuerdo por valor de miles de millones de dólares con Rusia. Pero hasta el momento no ha habido ninguna información oficial de ninguna de las dos partes al respecto.
La agencia rusa de noticias Interfax recientemente atribuyó a una fuente no identificada de la comercializadora estatal de armas Rosoboronexport haber dicho que no hay planes de firmar ningún contrato durante las conversaciones en El Cairo.
Interfax agregó que Egipto ha mostrado interés en la compra de sistemas de defensa antiaérea rusos y cazas MiG-29, helicópteros de combate y otras armas. Pero atribuyó a un funcionario no identificado del sector de comercialización de armas que no se espera nada concreto en el futuro cercano porque Egipto no puede pagar esas armas.