Egipcios votan sobre una Constitución controversial


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Los egipcios votaron hoy en la segunda y última jornada de un referendo en torno a una Constitución respaldada por los islamistas que ha polarizado al país, con pocos indicios de que los resultados de los sufragios pongan fin a la aguda crisis política.

Por AYA BATRAWY y MAGGIE MICHAEL EL CAIRO / Agencia AP

Para algunos de sus partidarios, un voto a favor representaba la oportunidad de restaurar parcialmente la normalidad luego de casi dos años de tumultuosa transición política tras la revolución egipcia de 2011. Otros defensores del documento consideran que hará más apegadas al islam la sociedad y las leyes.

Los detractores se oponen a fin de preservar las tradiciones seculares del país y evitar que el presidente islamista Mohammed Morsi y la Hermandad Musulmana se aferren al poder.

«Llegué temprano para asegurarme de que mi ‘no’ esté entre los primeros de millones hoy», dijo Mahmud Abdel-Aziz, gerente de una compañía petrolera, mientras aguardaba en una fila frente a una urna en el distrito Dokki de Giza, la ciudad gemela de El Cairo sobre la margen occidental del Nilo. «Estoy aquí para decirle ‘no’ a Morsi y a su Hermandad Musulmana».

Otra electora de Giza, Sahar Mohamed Zakaria, contadora y madre de tres, tenía un punto de vista distinto en torno a la votación del sábado.

«Estoy votando ‘sí’, por la estabilidad», anunció.

La votación del sábado se lleva a cabo en 17 de las 27 provincias de Egipto con aproximadamente 25 millones de ciudadanos que pueden sufragar. La primera fase, el 15 de diciembre, dio como resultado una mayoría de aproximadamente 56% en favor del «sí» con una participación de cerca del 32%, de acuerdo con resultados no oficiales. Se espera que los resultados extraoficiales para la segunda ronda se den a conocer el sábado por la noche o el domingo por la mañana.

Al igual que en la votación de la semana pasada, activistas de la oposición y en defensa de los derechos humanos reportaron numerosas irregularidades: puestos de votación que abrieron más tarde de lo programado; islamistas que, fuera de las urnas, trataban de convencer a los electores para que votaran a favor, y observadores independientes a los que se les impidió el acceso.

La votación se realiza un día después de una serie de enfrentamientos entre partidarios de Morsi y opositores en el puerto de Alejandría, en el Mediterráneo. Fue el brote más reciente de violencia en las calles en más de cuatro semanas de inestabilidad dentro del país dividido primero en torno a la acumulación de poder por parte del presidente y luego sobre el borrador de la Constitución.

Los choques —en los que opositores a los islamistas prendieron fuego a vehículos y decenas de personas resultaron heridas— ilustraron las pocas probabilidades de que la nueva Constitución, ya sea aprobada o no, apacigüe el conflicto en torno al futuro del país.

En parte, la división entre los egipcios se centra en quién dará forma al rumbo del país casi dos años después del derrocamiento de Hosni Mubarak.

Una oposición conformada por liberales, izquierdistas, egipcios seculares y un numeroso grupo de ciudadanos molestos por el desempeño de Morsi en cinco meses en el poder, teme que los islamistas estén creando una nueva autocracia como la de Mubarak. Acusa a la Hermandad de monopolizar los brazos del poder y destacan como ejemplo el acta constitutiva, que los islamistas en la Asamblea Constituyente impusieron a la fuerza pese a un boicot de miembros liberales y seculares. Son ellos los que exhortan al electorado a votar en contra.

En caso de que la Constitución sea adoptada, Morsi programará la elección de los legisladores de la Cámara Baja del Parlamento dentro de los próximos dos meses. En tanto, conferirá poderes a una casi simbólica Cámara Alta hasta que la Baja haya sido creada.

La Cámara Alta, conocida como el Consejo de la Shura, fue elegida por menos del 10% de los 50 millones de votantes del país. Es dominada por islamistas.