Eficacia y colaboración


Editorial_LH

La forma en que se pudo establecer la autorí­a material del asesinato de Facundo Cabral, en un atentado dirigido contra Henry Fariñas, en cuyo auto viajaba el cantautor, es una muestra de cuán eficiente es el trabajo que está realizando la Fiscalí­a de Delitos Contra la Vida y el Ministerio Público en general, puesto que en pocas horas lograron reconstruir paso a paso lo ocurrido y sustentarlo con suficiente prueba por medio de los videos y de las llamadas telefónicas que hicieron quienes participaron en el ataque.

 


Un aspecto fundamental de todo esto es que ha habido de parte de otras autoridades y aun de entidades particulares, una manifiesta colaboración que vale la pena destacar porque la misma se tendrí­a que dar en todos los casos de delitos contra la vida para facilitar la actividad de los fiscales. Sin los videos, tanto los privados del hotel donde se inició la persecución como los de Emetra para seguir a los asesinos en la calle, el crimen no hubiera sido resuelto.
 
 Y lo mismo se puede decir de los informes de las llamadas telefónicas, puesto que generalmente esos reportes toman dí­as en ser trasladados a la autoridad y los criminales tienen tiempo para cambiar sus aparatos y para dejar de usar los que ya fueron utilizados en algún crimen, lo que imposibilita su rastreo posterior.
 
 Pero si en todos los casos los investigadores tienen acceso a vital información que permita relacionar a los criminales con los lugares donde actuaron y se pueda determinar por la ubicación de las celdas que activan sus celulares el rumbo tomado, se puede hacer mucho siempre y cuando se mantenga esa voluntad que ha mostrado el Ministerio Público bajo la conducción de la doctora Paz y Paz en casos muy recientes, en los que han bastado pocas horas de pesquisa para localizar a los maleantes que han matado a alguien.
 
 Repetimos que se trata de una muy importante combinación, puesto que sólo la voluntad de trabajar bien no basta si no hay esa colaboración rápida de otras entidades, públicas y privadas, para coadyuvar a la solución y esclarecimiento de los crí­menes. Y por otro lado tampoco serí­a suficiente esa cooperación si en el mismo Ministerio Público persiste la falta de voluntad o, lo que es aún peor, aquella tendencia tan manifiesta a encubrir a los criminales para impedir que pudieran avanzar investigaciones concretas, tal y como ocurrió con tantos casos sometidos al conocimiento de la Fiscalí­a de Delitos Contra la Vida.
 
 Cada vez que un criminal se da cuenta de cuán efectiva es una investigación, lo pensará dos veces antes de disponer de una vida humana porque no será tan fácil beneficiarse del eterno manto de la impunidad.

Minutero:
Una buena investigación 
permite alentar la esperanza 
de acabar con tan gran matazón 
que siempre es al pueblo al que alcanza