Efectos negativos de biocombustibles


Organizaciones no gubernamentales de América Latina y Europa denunciaron que la producción de cultivos destinados a biocombustibles en algunos paí­ses latinoamericanos han generado desplazamientos forzados, entre otras violaciones.


«En varios paí­ses hay graves violaciones en plantaciones de caña de azúcar y palma de aceite, que van desde la sobre explotación hasta la prohibición de formar sindicatos, y la imposición de trabajo forzado infantil», indica un informe de las ONG»s presentado en México.

La Coalición Internacional para el Hábitat en América Latina (HIC-AL), Foodfirst Information and Action Network (FIAN), de Alemania y Solidaridad Suecia-América Latina, recopilaron a lo largo de un año testimonios sobre las afectaciones sociales de los cultivos destinados a los biocombustibles en distintas comunidades de la región.

Aunque paí­ses como Brasil, el más férreo defensor de los biocombustibles en América Latina, sostiene que el beneficio ecológico es mayor que los daños.

«Reducen el perjuicio medioambiental en lo referido a las emisiones de CO2», afirmó en Parí­s en marzo el director de la Agencia Nacional del Petróleo (ANP) de ese paí­s, Allan Kardec Duailibe.

Silivia Emanuelli, de HIC-Internacional, dijo que la producción de cultivos para biocombustibles «constituye el segmento de mayor crecimiento en la agricultura comercial mundial».

El texto, compuesto con testimonios de organizaciones como Gritos de los excluidos de Brasil, Movimiento Campesino de Santiago del Estero de Argentina, HIC-AL Ecuador, entre otros, sostiene que estos cultivos provocan desplazamientos forzados y contaminación de pozos de agua con agroquí­micos y explotación social.

En Argentina la ampliación de la frontera agrí­cola «ha provocado el desplazamiento de numerosas familias campesinas e indí­genas, que al no gozar de tí­tulos de propiedad sobre sus tierras (…) han sido desplazados por agentes inmobiliarios con el apoyo de gobiernos locales», indicó el informe de las ONG»s.

Cuando los campesinos se resisten a vender sus tierras los agentes inmobiliarios contratan guardias privados armados, según los autores del informe.

Argentina aumentará este año más de 50% las exportaciones de biocombustibles producidos a partir de la soja, cultivo mayoritario en el paí­s, declaró en febrero el presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), Fernando Peláez.

En Colombia los guardias privados armados se presentan directamente con un: «Â¿negociamos con usted señor o con su viuda?», dijo en conferencia el colombiano Juan Pablo Soler de HIC-AL, quien además sostuvo que la expansión de palma aceitera, uno de los cultivos que se convierten en combustibles, se da sobre todo en regiones con presencia de paramilitares.

En ese paí­s andino, los activistas caricaturizan al ministerio de Agricultura llamándolo «ministerio de palmicultura» dado el alto grado de preferencia por la palma aceitera o africana, por encima de otros cultivos que también pueden convertirse en biocombustibles pero que además son comestibles como el maí­z, según Soler.

El gobierno de Colombia se comprometió en febrero de 2009 a construir una planta de producción de biocombustibles en el estado mexicano de Chiapas, que demandará inversiones por dos millones de dólares, según el ministerio de Agricultura colombiano.

En Brasil la expansión de monocultivos de eucalipto y caña de azúcar vulnera «particularmente» a las poblaciones quilombolas (descendientes de esclavos), que salvo algunas excepciones no cuentan con tí­tulos de propiedad, añade el informe.

«Se está desplazando a la población campesina, dejándoles como única salida el abandono de los campos», dijo a su vez en la conferencia Natalia Landí­var, de FIAN Ecuador.

Las plantaciones de biocombustibles rondan actualmente las 120 millones de hectáreas en todo el mundo, según los activistas.