EE.UU. y Brasil coinciden


Estados Unidos y Brasil coincidieron en impulsar la estancada Ronda de Doha de liberalización comercial en la OMC, manifestando voluntad polí­tica para ello aunque sin señalar cambios especí­ficos en sus posiciones, durante un foro de empresarios en Washington.


La reunión de ejecutivos realizada el lunes, la segunda de un mecanismo instaurado por los gobiernos de los dos paí­ses en 2007 para fomentar propuestas que permitan aumentar y agilizar los intercambios comerciales bilaterales, tuvo lugar en la Casa Blanca con una breve participación del presidente George W. Bush.

«Una de las cosas que compartiré con los presidentes brasileños (de empresas) es que apoyo fuertemente una Ronda de Doha exitosa, y nuestro gobierno trabajará de cerca con Brasil para lograr esto», dijo Bush según declaraciones entregadas por la Casa Blanca.

Por su parte, en una rueda de prensa posterior al foro, la jefa de gabinete del presidente Luis Inacio Lula da Silva, la ministra Dilma Roussef sostuvo que Estados Unidos, al igual que Brasil, tiene que hacer sus «mejores esfuerzos» para impulsar un acuerdo que permita llevar a buen puerto las estancadas tratativas en la OMC.

Roussef, quien confió en que existe una «ventana de oportunidad» para un pacto sobre Doha, destacó en particular la postura que su paí­s lidera entre las naciones emergentes, de requerir un mayor «acceso a los mercados agrí­colas» desarrollados.

Eso es algo «muy importante para Brasil y para los paí­ses en desarrollo», enfatizó la ministra, flanqueada por el secretario de Comercio norteamericano, Carlos Gutiérrez y por lí­deres empresariales brasileños y estadounidenses.

Roussef manifestó además la «disposición y voluntad polí­tica (de Brasil) de profundizar gestiones para que se llegue a un buen resultado» en la OMC», y sostuvo que para ello exige a Estados Unidos «sus mejores esfuerzos».

Sin embargo, las partes no anunciaron en esta instancia eventuales fórmulas para superar los obstáculos que tienen trabadas las negociaciones en la OMC.

La ronda de Doha en la Organización Mundial de Comercio (OMC) fue lanzada en 2001 en Qatar, y debí­a terminar en 2004.

Sin embargo, está bloqueada por diferencias entre paí­ses emergentes que reclaman mayor apertura de Europa y Estados Unidos a sus productos agrí­colas así­ como una caí­da de los subsidios agropecuarios que otorgan los paí­ses ricos a sus productores, y las naciones industrializadas que piden a sus contrapartes mayor ingreso de bienes industriales y servicios a sus mercados.

Reunidos en la Casa Blanca, los ejecutivos que representan a empresas lí­deres de ambos paí­ses, dirigieron este lunes una carta a los gobiernos de Bush y Lula, «urgiendo» a las dos administraciones a que culminen exitosamente la Ronda de Doha, informó el asesor presidencial estadounidense en Asuntos Económicos Dan Price.

Una reunión de ministros en la OMC prevista inicialmente para abril de este año, aún no ha podido realizarse.

El foro de empresarios en la Casa Blanca también discutió las posibilidades de alcanzar un tratado bilateral para evitar la doble tributación, y un tratado de inversiones entre la mayor economí­a mundial y la más grande de América Latina, actualmente en exploración según Roussef.

Los ejecutivos brasileños que participaron del encuentro dirigen empresas como la minera Vale (la segunda mayor del mundo), la aeronáutica Embraer, el Banco Safra, el grupo industrial Camargo Correa, la constructora Norberto Odebrecht, o la metalúrgica Gerdau.

Entre los norteamericanos figuran los titulares del gigante del aluminio Alcoa, Citibank, Coca Cola, General Motors, o del fabricante de microprocesadores Intel.