EEUU: Falla provoca enorme desbalance en reforma de salud


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Un desliz de redacción podrí­a ocasionar una aguda disparidad entre los beneficiarios de la ley de reforma de salud estadounidense: gente de la misma edad, nivel económico e historial médico podrí­a tener que pagar cantidades muy distintas para obtener el seguro médico, revela una investigación de la AP.

Por RICARDO ALONSO-ZALDIVAR WASHINGTON (AP)

La disparidad es tal que, por ejemplo, una persona de 62 años de edad podrí­a tener que pagar 1.200 dólares más al año que su vecino. Los expertos opinan que el desequilibrio es aún mayor cuando se trata de parejas casadas.

El gobierno de Barack Obama está al tanto de la falla y asegura que está tratando de hallar posibles soluciones, a fin de evitar otra controversia por el plan que ha sido rechazado por la oposición republicana. A partir del 2014, la reforma abarcará a unas 30.000 personas adicionales que ahora carecen de seguro médico y estipulará que la mayorí­a de la población debe tener algún tipo de cobertura médica.

La falla afecta principalmente a gente de edad avanzada que es demasiado joven para beneficiarse del Medicare pero que tienen más de 62 años, la edad en que la gente tiene la opción de jubilarse temprano y cobrar la Seguridad Social. La mayorí­a de los estadounidenses pueden empezar a recibir Seguridad Social a los 62 años, aunque el cobro mensual es menor.

Tal como la ley está redactada, los que optan por la jubilación temprana recibirí­an un descuento considerable en sus primas de seguro de salud. Parte o todos sus ingresos por Seguridad Social podrí­an estar exentos de ser considerados como ingresos para los cálculos sobre el cobro de subsidios federales para pagar primas de seguro, hasta que alcancen los 65 años y se incorporen al Medicare.

«Se trata de ser equitativo», dijo Robert Laszewski, consultor de polí­ticas de salud y ex ejecutivo de una firma de seguro médico. «Si alguien trabaja por 40 horas a la semana, paga más por su seguro médico que alguien que no trabaja».

El gobierno dice que está tratando de resolver la situación.

«Estamos monitoreando este problema y estamos explorando opciones que tomen en cuenta las necesidades de los recipientes de Seguridad Social, muchos de los cuales son discapacitados o son personas de recursos limitados», expresó Emily McMahon, alta funcionaria del Departamento del Tesoro, en un comunicado a The Associated Press.

Otros funcionarios, que hablaron a condición de anonimato, dijeron que el gobierno teme que la situación creará la idea de que gente trabajadora recibe un trato injusto por ley.

McMahon expresó dudas de que la reforma provoque una estampida hacia la jubilación temprana justo en momentos en que los expertos opinan que los estadounidenses deben quedarse más tiempo en sus empleos. Sólo «un número limitado de individuos» podrá beneficiarse, dijo.

Para explicarlo, tomemos el ejemplo hipotético de dos vecinos.

Ambos tienen 62 años de edad y un ingreso de 39.500 dólares al año. Sin embargo, para uno de ellos el ingreso viene de su trabajo, y el otro recibe 20.000 de un trabajo a medio tiempo y 19.500 de la Seguridad Social.

Ninguno recibe seguro médico por su empleo sino que lo adquieren de manera privada.

A partir del 2014, recibirán la cobertura mediante un sistema de internet llamado intercambio. Millones de personas en esos intercambios recibirán reducciones de impuestos federales en base a sus ingresos, a fin de que puedan mejor pagar sus primas. Nadie podrá ser rechazado por tener mal historial médico.

El vecino que recibe Seguridad Social pagarí­a aproximadamente 206 dólares al mes por primas de seguro.

Pero el vecino cuyo ingreso deviene totalmente de su trabajo pagarí­a 313 dólares, un incremento de aproximadamente 50%.

El que opta por la jubilación temprana puede exceptuar la mitad de su ingreso por Seguridad Social, o 9,750 dólares. Formalmente, serí­a más pobre, lo que le harí­a candidato para recibir un crédito de impuestos a fin de contrarrestar ese alto costo. Pero la persona que trabaja a tiempo completo no recibirí­a ningún alivio fiscal.

Estos cálculos fueron realizados usando una calculadora online de la fundación apolí­tica Kaiser Family Foundation.

La disparidad parece ser aún peor cuando se trata de parejas casadas y familias en que por lo menos una persona está recibiendo Seguridad Social. En un hogar más poblado, tanto los costos de seguro como los subsidios federales son mayores.

El error parece haber venido del intento de los legisladores de simplificar las normas. Los congresistas decidieron redactar la ley usando la definición de ingreso usada por el código de impuestos, que protege de impuestos a los ingresos por Seguridad Social.

No queda claro si el gobierno podrá resolver el problema emitiendo nuevas normas o si tendrá que volver a pedirle al Congreso que reforma toda la ley. En caso de la segunda posibilidad, tendrá que lidiar con un Congreso en que muchos republicanos desean derogar la reforma impulsada por el presidente Obama.