El gobierno estadounidense dio a la firma británica British Petroleum (BP) un ultimátum de 72 horas para que presente un plan que detalle cómo detendrá la fuga de petróleo en el Golfo de México, de la cual es responsable.
El jefe designado por el gobierno estadounidense para coordinar el operativo contra el desastre, Thad Allen, se reunió ayer con ejecutivos de BP y les ordenó documentar los reclamos de indemnización presentados en los cuatro estados sureños afectados.
«Como parte responsable, BP debe responder por el impacto del derrame en las comunidades, individuos y negocios», dijo Allen.
«Necesitamos más detalle y transparencia de BP para poder supervisar en cumplimiento de nuestras responsabilidades con el pueblo estadounidense, y para asegurar que BP cumpla su compromiso para recuperar la costa del Golfo», añadió.
Las órdenes cursadas reflejan la creciente desconfianza entre el gobierno de Barack Obama y BP, a más de siete semanas del 20 de abril, cuando explotó la plataforma petrolera «Deepwater Horizon», que dos días después se hundió, dando inicio al incesante derrame de crudo en el mar.
Antes de reunirse con los ejecutivos de BP, Allen pidió en una carta al director de la empresa, Tony Hayward, detallar cómo se están calculando las compensaciones a las devastadas industrias locales y por qué demoran tanto en procesarlas.
«Ellos tienen la información, nosotros necesitamos la información. Pedí eso en la carta y ahora entonces podemos dedicarnos a corregir los problemas que puedan contener», dijo Allen.
Según la misiva hecha pública el miércoles, el reclamo de datos es «para informar al público sobre cómo BP busca cumplir sus obligaciones».
«Espero una respuesta de BP sobre este crítico punto lo más pronto posible», puntualizó el funcionario.
En otra carta, se ordenó al grupo británico informar al gobierno sobre los planes de contingencia para su sistema de «recuperación de petróleo» y las alternativas en caso de que los huracanes obliguen a suspenderlos.
«BP debe presentar sus planes (…) incluida la implementación de un calendario en las 72 horas después de la recepción de esta carta», ordena la misiva enviada al jefe de operaciones de BP, Doug Suttles.
El gobierno estadounidense también le ordenó a BP mostrar sus registros sobre demandas presentadas en su contra por personas o empresas por daños derivados del derrame.
La prensa cubre los hechos 24 horas al día, con imágenes de aves empetroladas y mareas negras contaminando las costas.
La petrolera ha sido acusada de subestimar intencionalmente la escala del desastre a efectos de reducir su responsabilidad económica.
Suttles minimizó el miércoles lo afirmado por el gobierno un día antes, en cuanto a que hay petróleo hasta a 1.000 metros de profundidad bajo el nivel del mar.
«No hemos encontrado ninguna concentración significativa de petróleo bajo la superficie» del agua, declaró Suttles a la cadena ABC.
En ese contexto, varias firmas petroleras comenzaron a desmontar sus plataformas en el Golfo de México debido a la prolongada suspensión impuesta por el gobierno a la exploración submarina mientras se investigan las causas de lo sucedido con BP.
«Si esta moratoria dura seis meses, estos operadores de plataformas petrolíferas y estas compañías petroleras no tendrán más opción que irse a otra parte», dijo a la AFP Chett Chiasson, titular de la comisión portuaria de Port Fourchon, que concentra 90% de la actividad en aguas profundas del Golfo.
Eso tendría un efecto devastador sobre los empleos y la economía del estado de Luisiana, y del resto de Estados Unidos, añadió.
Por otra parte, en Luisiana, el estado más afectado por la marea negra, las autoridades sanitarias reportaron el miércoles a 71 personas que sufrieron problemas de salud vinculados a la catástrofe, con síntomas como irritación de garganta, ojos, tos, dificultades respiratorias, náuseas y jaquecas.
De ellos, 50 son operarios de plataformas en el Golfo o colaboran en las tareas de limpieza, incluidos ocho que debieron ser hospitalizados, pero por poco tiempo.