EE.UU. debe devolver el gesto



Estados Unidos debe hacer un gesto para responder a la oferta de diálogo lanzada el sábado por el dirigente cubano Raúl Castro, después que la ausencia de Fidel en el acto por sus 80 años dejara claro que su estado de salud no le permitirá volver al poder, afirmaron analistas.

«Lo que Raúl deja entender a Washington en su mensaje es que una Cuba sin Fidel es tierra incógnita para todos y serí­a mejor que las relaciones fueran normales» entre ambos paí­ses, explicó Marifeli Pérez-Stable, vicepresidenta del centro de estudios Diálogo Interamericano.

Cuatro meses después de que delegara provisionalmente el poder a Raúl, la ausencia de Fidel en el acto de homenaje del sábado dejó claro que «está mal de salud» y que «todo está en manos de su hermano», añadió Ana Faya, de la Fundación Canadiense para América Latina (FOCAL).

En ausencia de su hermano mayor, Raúl, de 75 años, aprovechó una fecha simbólica, el 50 aniversario del desembarco de Fidel con sus guerrilleros en el Granma, para proponer un diálogo de igual a igual a Washington por segunda vez desde que asumió el poder el 31 de julio.

En agosto, Raúl habí­a hecho una propuesta similar en una entrevista publicada por el diario oficial Granma.

Como respuesta, el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Tom Shannon, habí­a desempolvado otra oferta del presidente George W. Bush, hecha en 2002, que proponí­a levantar el embargo norteamericano si se iniciaba una transición gradual en Cuba desde dentro del propio régimen.

Esta vez, el Departamento de Estado se limitó a repetir por ahora punto por punto la posición oficial de Washington, o sea nada de negociaciones mientras no se abra una transición democrática en una isla sometida desde 1962 a un embargo económico norteamericano.

Pérez-Stable restó importancia al discurso oficial y se declaró convencida de que Washington «va a tomar en serio la propuesta como ya lo hizo en agosto».

No todos los expertos comparten ese punto de vista. Julia Zweig, que acaba de publicar una artí­culo crí­tico hacia la polí­tica cubana de Estados Unidos en la revista Foreign Affairs, recordó que «Fidel mantuvo la misma posición durante años» sin que Washington moviera ficha.

Para Pérez-Stable, no obstante, «el contexto ha cambiado: Fidel Castro es casi cadáver (…), los republicanos perdieron la mayorí­a en el Congreso norteamericano el 7 de noviembre» y la campaña electoral para las presidenciales de 2008 está a punto de abrirse.

Janette Habel, profesora del Instituto francés de Altos Estudios de América Latina, destacó asimismo el contexto latinoamericano, donde el presidente venezolano Hugo Chávez, aliado de Cuba, acaba de lograr la reelección, el sandinista Daniel Ortega ganó en Nicaragua y el izquierdista Alvaro Correa en Ecuador.

El mensaje de Raúl Castro «es un desafí­o» lanzado a Estados Unidos que significa «Nosotros estamos listos para negociar. ¿Cuál es vuestra respuesta?», explicó la analista francesa, que puso de relieve «la necesidad para Washington de hacer un gesto diplomático hacia América Latina».

Faya, por su parte, se declaró convencida de que «se están produciendo cambios reales» en la propia Cuba desde que Fidel dejó el poder tras sufrir una grave operación intestinal a fines de julio.

«Se están perfilando para el año 2007 medidas económicas que desde hace tanto tiempo están paralizadas», coincidió Pérez-Stable, sugiriendo que el Gobierno dirigido por Raúl podrí­a «legalizar la pequeña empresa nacional en 2007».

Para aplicar esa medida «revolucionaria» en Cuba, Raúl «necesita aplacar a los elementos más duros del régimen cubano que todaví­a se opongan a la apertura al mercado, incluso después de Fidel», advirtió.

En estas condiciones, «vendrí­a bien algún tipo de gesto de Estados Unidos, aunque sea a puertas cerradas o por canales discretos», aseguró Pérez-Stable.