EE.UU.: crecimiento mayor que lo previsto


Efectos. La crisis financiera en varias bolsas del mundo podrian crear problemas para el crecimiento de EE.UU.

El crecimiento de la economí­a estadounidense fue en el segundo trimestre más fuerte de lo estimado, pero la crisis bursátil que la golpeó luego podrí­a provocar una neta desaceleración, temen analistas.


El crecimiento estadounidense fue corregido el jueves a 4%, en lugar del 3,4% anunciado inicialmente, lo que constituye el ritmo más elevado desde el primer trimestre de 2006.

La cifra se aproximó más a las previsiones de los analistas, que pronosticaban un crecimiento de 4,1% del producto interno bruto (PIB), después de solamente 0,6% en el trimestre precedente, en comparación anual.

«Se trata de cifras buenas, pero son del segundo trimestre», observó John Lonski, de Moody’s Investors Service.

Desde entonces, los mercados se vieron sacudidos por una ola de desconfianza como consecuencia de las dificultades en el sector de créditos inmobiliarios de riesgo, llamados «subprime».

Las bolsas bajaron fuertemente desde fines de julio y, a pesar de las intervenciones de los bancos centrales, siguen reaccionando muy nerviosamente a todas las noticias económicas.

«Estas turbulencias financieras han ensombrecido las perspectivas», resumió Nigel Gault, de la consultorí­a Global Insight.

Esas turbulencias podrí­an comprometer seriamente los factores que permitieron la corrección al alza del crecimiento en la primavera boreal.

La mayor parte de la corrección proviene de una reducción del déficit comercial y de un vigor poco habitual de las inversiones de las empresas, sobre todo en infraestructura.

No obstante, «los dirigentes de las empresas son muy conscientes de las perturbaciones en los mercados financieros, lo que sin duda bastará para llamarlos a la prudencia, tanto en las contrataciones como en las inversiones, y esto amenaza con desacelerar el crecimiento en los próximos meses», estima Lonski.

El informe destaca asimismo la gran debilidad que experimenta hoy la economí­a estadounidense: la inversión residencial bajó más que lo previsto en el segundo trimestre (-11,1%). Y los próximos meses se anuncian sombrí­os.

«El fuerte ajuste del crédito a comienzos de agosto, amenaza con desacelerar las compras de viviendas y, consecuentemente, presionar los precios a la baja en detrimento del consumo de las familias», según el economista de Moody’s.

Ya en el segundo trimestre los gastos de consumo perdieron su papel preponderante como motor del crecimiento, con un incremento de sólo 1,4%. Las más afectadas fueron las compras de bienes duraderos, como los automóviles, que están sufriendo la peor baja de los últimos 14 años.

Muchos informes sobre el sector inmobiliario residencial pusieron nerviosos a los inversionistas esta semana, al destacar, como máximo, un débil aumento de los precios antes de la tempestad bursátil.

«La economí­a va sin duda a registrar un ritmo de crecimiento entre 2 y 3% en el tercer trimestre, pero las perspectivas se obscurecen para el futuro más lejano. Prevemos un crecimiento de 2% entre el cuarto trimestre de 2007 y para el segundo trimestre de 2008», afirmó Gault.

Según el analista, este informe pone a la Reserva Federal (Fed) ante una «decisión delicada» en su próxima reunión, el 18 de setiembre. Las cifras del segundo trimestre fueron buenas, pero la Fed reconoció posteriormente el fuerte aumento de los riesgos vinculados a la crisis bursátil.

Los mercados, que esperan una baja de la tasa rectora, actualmente fijada en 5,25%, aguardan ahora el discurso que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, pronunciará el viernes.

«Bernanke hablará del sector inmobiliario y de la polí­tica monetaria, y veremos si dice algo que permita determinar las intencines de la Fed y su calendario», afirmó el economista independiente Joel Naroff.