Ricardo Marroquín Rosada.
Centro de Estudios Estratégicos y de Seguridad para Centroamérica
Las fuerzas de seguridad (civil) del Estado, la PNC y los agentes del Sistema Penitenciario (SP), han dejado de ser el instrumento que garantiza la seguridad de los habitantes de la República y se han convertido en parte del problema de seguridad del país.
Los ejemplos de involucramiento de miembros de la PNC y del SP en hechos ilícitos son múltiples: extorsión, secuestro, ejecuciones extrajudiciales, etc. Prácticamente no hay semana en que los medios de comunicación destaquen la participación de algún miembro de la seguridad del Estado en hechos reñidos con la ley. Producto de lo anterior la población tiene desconfianza y temor a los agentes de la PNC.
La pregunta que nos hacemos los guatemaltecos ante tal situación es qué hacer para revertir el proceso de descomposición de la PNC y de los agentes del SP; cómo podemos rescatar dichas instituciones y recobrar la confianza en ellas.
La respuesta a esta interrogante es sumamente compleja, pero probablemente el principal mecanismo para garantizar el buen funcionamiento de dichas instituciones es la buena formación de su personal.
Lo anterior se puede afirmar porque es en los centros de formación donde se adquieren los conocimientos y valores requeridos para el buen cumplimiento de la actividad policial. Son las academias de seguridad donde los agentes aprenden a funcionar dentro de una estructura jerárquica, allí se genera, además, la mística y la disciplina indispensables en las fuerzas de seguridad.
La formación, una necesidad
El Acuerdo para el Fortalecimiento del Poder Civil (AFPC) de los Acuerdos de Paz contempló a la Academia policial como un órgano clave para la construcción de un modelo de policía profesional y respetuoso de los derechos humanos. El proyecto «Hacia una política de seguridad ciudadana» (POLSEC) de los años 2003-04 formuló por su parte una propuesta para crear la ACADEMIA DE FORMACIí“N DEL SECTOR SEGURIDAD resaltando la importancia de la formación en la construcción de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, esta importancia no se ha visto reflejada en lo es el sistema de formación de los agentes y oficiales de la seguridad civil del Estado.
Tratando de rescatar los elementos centrales del AFPC y de la propuesta de ACADEMIA hecha por POLSEC, las principales medidas a tomar pueden ser:
Crear dentro del Ministerio de Gobernación el CENTRO NACIONAL DE ESTUDIOS EN SEGURIDAD con carácter de viceministerio con el objetivo exclusivo de formar al personal de dicha institución. El Centro deberá contar al menos con:
1. Consejo Académico: Encabezado por la Ministra(o), el Rector del Centro y reconocidos académicos del ámbito de la seguridad; el Consejo aprueba planes y programas de formación, así como los proyectos de inversión.
2. í“rgano rector: Encabezado por el Rector (con rango de viceministro), con las direcciones técnicas y administrativas necesarias, su función es dirigir y administrar el Centro.
3. Academias y Escuelas: Cada una encabezada por un director (con grado profesional y grado policial), la función es la formación de agentes, especialistas y oficiales.
o Academia de Formación Policial: Para agentes PNC y agentes del Sistema Penitenciario, y sus programas deben ser de por lo menos un año de duración, lo cual permita dotar al agente de conocimientos teórico prácticos, inculcar valores, generar mística y disciplina.
o Escuela de Oficiales: Con condiciones similares a la Escuela Politécnica, con un programa de tronco común y especialidades finales. Oficiales de alto nivel técnico y con valores bien cimentados, que funcionen como columna vertebral de la institución, los cuales deben ser formados en un período no menor de tres años.
o Escuela de Especialidades
o Escuela de Fuerzas Especiales
o Escuela de Estudios Superiores: Para programas de ascensos y de especialización profesional, con cursos, diplomados, licenciaturas y postgrados.
Dotar al CENTRO NACIONAL DE ESTUDIOS EN SEGURIDAD de los espacios físicos idóneos para cada academia y escuela, así como de los recursos financieros requeridos. El espacio físico y su ubicación juegan un papel importante en el proceso de formación y generación de valores.
Adecuar los programas de formación a las necesidades actuales del país, pero sin que esto implique disminuir el tiempo que se requiere para lograr el objetivo de crear agentes técnicamente capaces y con valores sólidos. Los programas deberán hacer énfasis en lo preventivo y en la relación con la comunidad, sin descuidar el área reactiva para poder enfrentar adecuadamente al crimen organizado
Implementar un cuerpo docente de alto nivel, para lo cual es importante establecer requisitos mínimos del docente por área, efectuar un proceso adecuado de selección, pagar bien el servicio y evaluar periódicamente el desempeño; es importante buscar cooperación técnica de países amigos.
Mejorar los procesos de selección de aspirantes.
Por último, pero no de menor importancia: Implementar y garantiza los mecanismos de auditoría permanentemente (financiera y de procesos): Auditoría interna del Ministerio y auditoría externa de la Sociedad.