Educación y prensa


Efectos. Unos musulmanes acuden a una mezquita en Kabul para la oración diaria. Según la conferencia contra la Islamofobia, la educación y los medios de comunicación son esenciales para empezar a suavizar el temor contra los musulmanes. (AFP / La Hora)

El papel de la educación y de los medios de comunicación ha sido el centro de la primera gran conferencia organizada en Europa, bajo la égida de la OSCE, sobre la intolerancia y la discriminación hacia los musulmanes, que terminó el miércoles en Córdoba (Andalucí­a, sur).


El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, insistió en el papel de la educación para luchar contra este fenómeno, descrito como creciente y que afecta a 15 millones de musulmanes que viven en Europa.

«La educación constituye un instrumento fundamental en la prevención y tratamiento de la intolerancia y la discriminación hacia los musulmanes», dijo el ministro español en una declaración final.

La educación puede ser un factor de discriminación propagando estereotipos sobre el Islam o poniendo barreras al acceso a las escuelas de los jóvenes musulmanes europeos, según los participantes en la conferencia.

«El debate se centra demasiado a menudo sobre el asunto del velo y se ignoran los problemas de acceso a la educación para los musulmanes», se lamentó Abdelnur Prado, director del Congreso Internacional del Feminismo Islámico.

Los estudios muestran que «los alumnos musulmanes tienden a tener un nivel de éxito escolar menor», subrayó, por su parte, Ioannis Dimitrakopoulos de la Agencia Europea para los Derechos Fundamentales.

Otro punto fuerte de la reunión fueron los medios de comunicación. La imagen del Islam que transmiten los medios suele ser a menudo negativa desde el «11 de septiembre», subrayó Kees Brants, profesor de comunicación polí­tica en la Universidad de Amsterdam.

«El musulmán medio, buena persona, está totalmente ausente de los medios», subrayó este profesor holandés.

El «musulmán fanático y violento», las «mezquitas transformadas en lugar de conspiración», son ejemplos de los estereotipos transmitidos por los medios, consideró Prado.

Algunos profesionales de la información presente rechazaron estas crí­ticas. «Somos más bomberos que pirómanos», consideró el director de la cadena de información española CNN , Francisco Basterra.

«Nuestro papel no es el de cambiar el mundo sino el de informar con objetividad y las buenas noticias no están en primera», subrayó Basterra.

Los dos dí­as de conferencia, en presencia de 300 participantes, finalizaron, como se esperaba, sin declaración final común.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) es un organismo «diplomático» que tiene por objetivo desactivar conflictos, reforzar la seguridad común y promover la democracia y los Derechos Humanos y no tiene por costumbre aprobar resoluciones que tengan un carácter vinculante para sus paí­ses miembros.

A falta de resoluciones concretas, la conferencia tuvo como principal mérito dar a conocer la problemática de las discriminaciones especí­ficas que sufren los musulmanes.

Moratinos, quien ejerce actualmente la presidencia de turno de la OSCE, aprovechó la reunión para «rechazar» cualquier unión de los conceptos musulmán y terrorismo.

«Ningún acontecimiento internacional o cuestión polí­tica puede justificar la intolerancia y la discriminación, incluyendo las dirigidas hacia los musulmanes», afirmó el ministro tras la conferencia, que reunión a los 56 paí­ses miembros de la OSCE.

Este foro de la OSCE llega dos años después de otro dedicado al antisemitismo que también habí­a sido organizado en Córdoba, que con su pasado árabe, judí­o y cristiano, quiere ser la imagen de la tolerancia entre las tres religiones.