La reforma de la secundaria y la formación inicial de los maestros son dos de los principales retos que debe afrontar el sistema educativo en Guatemala, para garantizar una educación de calidad.
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Cifras oficiales evidenciaban que hasta el 2005, aproximadamente medio millón de estudiantes se había inscrito en nivel básico, mientras que en diversificado se contabilizaban más de 245 mil adolescentes.
Los mismos datos muestran que, a pesar que en la última década el porcentaje se incrementó, aún se mantiene bastante bajo. En básicos, apenas un 33% de la población en edad escolar se había inscrito en el nivel medio, es decir que, únicamente 33 de cada 100 adolescentes de 13 a 15 años eran atendidos por el sistema escolar.
En tanto, que 19 de cada 100 jóvenes de 16 a 18 años se inscribieron durante esa época.
Rezago en formación
Se ha repetido que el país es uno de los pocos en la región que todavía forma a sus docentes en nivel medio, que consiste en tres años de estudios en escuelas normales públicas o instituciones privadas.
Su formación es fundamental para la calidad educativa que se busca. Por ello, es preocupante observar los resultados de evaluaciones efectuadas en los últimos años.
En 2005, las pruebas diagnósticas efectuadas a estudiantes graduados de diversificado evidenció que sólo el 15% de los estudiantes de magisterio obtuvo respuestas satisfactorias, en las pruebas de lectura.
En cuanto a los resultados de las evaluaciones de matemática, únicamente 8.21% fueron aceptables.
Ante este panorama, Guatemala está en gran desventaja ante otros países de la región, pues éstos han efectuado reformas al sistema de formación de sus maestros elevándola a una educación de nivel superior, que les permite desarrollar mejores capacidades de enseñanza.