EDITORIAL


La edición de hoy del Suplemento Cultural, da paso a una importante celebración para los guatemaltecos, sobre todo los capitalinos. Y es que, justamente hoy, hace 200 años, se daba por concluida la construcción del templo de Santo Domingo, elevado ahora a categorí­a de basí­lica menor.


Aunque esto, a primera vista, puede carecer de importancia real en el ámbito cultural, se debe recordar que este templo es de los primeros en ser finalizados tras el traslado de la ciudad capital al valle de la Ermita. Es decir, es uno de los primeros monumentos de la Nueva Guatemala, cuando aún permanecí­a en su condición colonial, aunque, sin duda, para 1808, ya se fraguaban algunos aires independentistas.

Queremos decir, pues, que la celebración de los 200 años de la construcción de esta basí­lica menor, no sólo debe verse a través del cristal meramente religioso. Como se leerá en los artí­culos hoy publicados, esta fiesta se puede observar desde el punto de vista artí­stico, histórico, antropológico y -si se quiere- hasta polí­tico.

Agradecemos el entusiasmo del historiador y antropólogo Celso Lara y a su grupo de colaboradores, que propiciaron el material cientí­fico para la elaboración de esta entrega, con relación a los temas de la basí­lica menor de Santo Domingo, la devoción a la Virgen del Rosario y las celebraciones de octubre.