«El Ecuador ha decidido por un nuevo país. Las viejas estructuras han sido destruidas por esta revolución ciudadana.»
Rafael Correa, presidente de Ecuador.
Ecuador dijo sí y aprobó, mediante una consulta popular, una nueva Constitución Política que refunda al Estado. La convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente fue una de las principales promesas de campaña del actual presidente Rafael Correa, como parte de la «revolución ciudadana» y la construcción del socialismo del siglo XXI.
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Ecuador dijo sí a declarar su territorio como un área de paz que no permite el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares.
También dijo sí a que ninguna persona pueda ser discriminada por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial, condición socio-económica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, portar VIH, discapacidad, o diferencia física. Dijo sí para que el Estado adopte medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real entre las personas.
Pese a las críticas de la oposición, Ecuador dijo sí para que sus habitantes tengan una comunicación libre, intercultural, incluyente, diversa y participativa. Además, la voz se alzó para que el Estado garantice la asignación, a través de métodos transparentes y en igualdad de condiciones, de las frecuencias del espectro radioeléctrico para la gestión de estaciones de radio y televisión públicas, privadas y comunitarias. También dijo sí para que se prohíba la emisión de publicidad que induzca a la violencia, la discriminación, el racismo, la toxicomanía, el sexismo, la intolerancia religiosa o política y toda aquella que atente contra los derechos.
El sí de Ecuador fue para que la educación pública sea universal y laica en todos los niveles, y gratuita hasta el tercer nivel de educación superior; para que la juventud sea reconocida como actor estratégico del desarrollo del país y para garantizar el acceso al primer empleo; para la jubilación universal, la exoneración del régimen tributario y la atención médica gratuita para las personas de la tercera edad; para que las personas que realizan labores domésticas no remuneradas también tengan acceso al Seguro Social.
Ecuador no calló y dijo sí para que el sistema económico del país sea reconocido como social y solidario, con el ser humano como fin. Y fueron ellas y ellos, los que votaron por la propuesta del cambio, quienes reconocieron los derechos de la naturaleza para que se respete integralmente su existencia y sus ciclos vitales.
¿Cuándo los gobiernos de medias tintas, los capitalistas y los que son apoyados por los «libertarios» presentan este tipo de propuestas?