El alza del dólar frente al euro y las principales divisas estas últimas semanas evidencia el contagio de la crisis financiera estadounidense al resto del mundo, en momentos en que la primera economía del planeta da señales inesperadas de resistencia.
Desde que se hundió a mediados de julio frente al euro, el billete verde subió cerca de 8%, sostenido por una serie de buenas noticias, y se cotizaba a 1,4760 dólares por un euro, cuando había superado los 1,60 dólares por un euro a mediados de julio.
Además, un aumento de la confianza de los hogares y las ventas de viviendas, la previsión de crecimiento para el segundo trimestre en Estados Unidos acaba de ser revisada al alza, a 3,3% a ritmo anual, gracias a una balanza comercial mejor de lo previsto.
La serie de medidas de reactivación implementada por el gobierno de George W. Bush y el repliegue de las cotizaciones de petróleo también contribuyeron a esta calma de la economía estadounidense.
A la inversa, tras un retroceso de 0,2% de su Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre, la zona euro está al borde de la recesión, y se acumulan las malas noticias.
En Alemania, el clima empresarial cayó a su menor nivel desde 2005 y las perspectivas de consumo retroceden.
En Francia, la cifra de construcción de viviendas siguió bajando y las ventas de viviendas nuevas se hundieron un 33,9% en el segundo trimestre, mientras en España la desaceleración económica se confirma.
La diferencia en el crecimiento de los dos lados del Atlántico parece por tanto reducirse, pese a que hasta ahora la economía europea había resistido mejor a la crisis financiera que Estados Unidos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), que acaba de bajar sus previsiones de crcimiento mundial en un documento difundido antes de una reunión del G20 en Brasil, pronostica ahora un crecimiento de 1,4% en 2008 y de 0,9% en 2009 en la Eurozona, apenas más que para Estados Unidos (1,3% en 2008 y 0,7% en 2009).
Todavía más pesimista, Eric Vergnaud espera «menos crecimiento en Europa que en Estados Unidos» este año y el próximo. Para 2008, anticipa un 1,2% de alza del Producto Interno Bruto (PIB) en la zona euro, contra un 1,6% en Estados Unidos.
El repliegue del euro frente al dólar, esperado desde hace meses, en particular en Francia, otorgará aire fresco a los exportadores europeos, pero traduce sobre todo «una reconsideración negativa de la situación en la zona euro» de parte de los operadores del mercado, agregó.
Fuera de la zona euro, la situación también deja mucho que desear, lo cual se traduce en un alza del dólar frente al yen y la libra esterlina.
Gran Bretaña registró un crecimiento nulo en el segundo trimestre y tendrá dificultades a la hora de evitar una recesión, al igual que el norte de Europa.
El PIB de Japón descendió un 0,6% en el segundo trimestre en relación al anterior, y su gobierno intenta enfrentar la situación con un generoso plan de reactivación.
En Canadá, las previsiones de crecimiento también fueron revisadas fuertemente a la baja.
Sólo los grandes países emergentes, Rusia, China e India, permanecen por ahora inmunes a la crisis y mantienen fuertes previsiones de crecimiento, aunque se desaceleran un poco.
«Todas las regiones del mundo atravesarán una desaceleración el año próximo, y la lista de países en recesión o a punto de caer en ella aumenta», subrayaron los analistas de Global Insight, para quienes «la economía mundial no levantará vuelo antes del 2010, cuando Estados Unidos haya digerido su peor crisis inmobiliaria desde la Segunda Guerra Mundial».
El euro mantenía el miércoles algunas de las ganancias embolsadas la víspera, recuperándose un poco tras haber registrado el martes su menor nivel en seis meses frente al dólar.
Según operadores, los indicadores alemanes publicados el miércoles sostienen fuertemente al dólar, que parece haber dado vuelta la esquina en su carrera frente al euro, tras años de debilidad.
Las últimas cifras sobre la inflación en Alemania señalan un retroceso a 3,1% en agosto, contra 3,3% en julio, lo cual sugiere que el Banco Central Europeo (BCE) puede empezar a recortar los tipos de interés pronto, dijeron los operadores.
Al mismo tiempo, los pedidos de bienes duraderos en Estados Unidos, en alza de 1,3%, mejor de lo esperado, se sumaron a los datos difundidos el martes sobre un sentimiento más positivo de los consumidores estadounidenses, y fueron una buena noticia para el dólar.
El billete verde llegó a subir el martes hasta los 1,4569 dólares por un euro, su máximo desde febrero pasado, tras la difusión de alicaídos índices económicos en Alemania, la mayor economía europea, sobre la confianza de los consumidores y el clima empresarial.
«El índice alemán sobre el clima empresarial Ifo, difundido ayer (martes) y más débil de lo esperado, provocó inicialmente un ola de venta de euros contra dólares, pero luego el movimiento se revirtió al final de los intercambios en Londres», dijo Derek Halpenny, experto en divisas del Bank of Tokyo-Mitsubishi.