El rápido crecimiento económico de China aminoró un poco en el segundo trimestre mientras el gobierno aumenta los tipos de interés e intenta frenar una espiral inflacionaria.
El gobierno chino informó hoy que la economía se expandió 9,5% de abril a junio respecto al mismo lapso del año pasado, un incremento menor al 9,7% del trimestre anterior.
Mientras los gobiernos de Estados Unidos y Europa tratan de apuntalar el lento crecimiento, Beijing intenta moderar el galopante crecimiento de la economía a un nivel más sostenible, así como contener la inflación que en junio subió a 6,4%, su mayor aumento en tres años. La producción fabril y las ventas minoristas aumentaron dos dígitos.
«La fortaleza de la economía les permitirá tener confianza y estar bien preparados para imponer más medidas estrictas si es necesario», dijo Frances Cheung, estratega senior en Credit Agricole CIB en Hong Kong.
La desaceleración en la segunda economía más grande del mundo podría tener repercusiones mundiales si reduce su demanda de mineral de hierro, maquinaria de fábricas y otras importaciones. Datos dados a conocer previamente revelaron que el crecimiento de las importaciones de China bajó drásticamente en junio.
La inflación es políticamente peligrosa para el gobierno comunista porque erosiona las ganancias económicas de la gente y puede alimentar la agitación.
Analistas dicen que el aumento en la inflación se debe a la presión de la demanda del consumidor que está superando el suministro de alimentos y a una expansión en los préstamos bancarios.