Cientos de noveles poetas nicaragí¼enses cantaron sus amores, sus penas y alegrías en el marco del VI Festival Internacional de Poesía que se celebra en la ciudad nicaraguense de Granada, con unos 150 invitados de 58 países.
Desprovistos de inhibiciones frente a reconocidas figuras de la lírica mundial, fueron desfilando comerciantes, agricultores, albañiles, artesanos, carpinteros y amas de casa, para recitar sus versos.
«El pueblo se ha desbordado y nadie lo detiene. Están aquí con papeles o sin papel en mano; hay gente que no sabe leer ni escribir pero sabe decir poemas», dijo Víctor Chavarría, coordinador de la jornada de micrófono abierto del festival.
En un ambiente pletórico de lirismo, la declamación de poemas por espontáneos poetas se convirtió en una jornada multitudinaria en la que participaron más de 500 personas en la colonial ciudad de Granada, unos 60 km al sureste de la capital.
Todo el que desea leer poemas se presenta aquí de manera libre y lee con micrófono abierto. Es es uno de los eventos más apreciados por los poetas extranjeros que cada año asisten al festival, señaló Chavarría.
«Ellos nunca tienen un espacio donde expresarse y en la poesía encuentran un ámbito ideal para dar rienda suelta a su imaginación y dejar ver sus problemas cotidianos», añadió.
«Yo soy viejo zorro de la poesía, ahí me perdona la arrogancia, pero tengo unos 800 poemas y he publicado dos poemarios titulados «Corazón Mixto» y «Amargo y Dulce»», dijo don José Moreno, un campesino de 60 años con al menos dos décadas de ejercicio literario.
«Ernesto Cardenal (uno de los máximos exponentes de la poesía nicaragí¼ense) me abrió la ventanita hace unos 22 años» para que escribiera poesía allá en Jinotega (162 km al norte de Managua) y desde entonces «no he dejado de hacerlo», dice este hombre con manifiesto orgullo.
Este campesino se dedica ahora a la venta de ropa usada, que «no es un negocio suculento -dice- sino de poquedades».
«Yo no soy ningún poeta/tampoco soy un cantor/ lo único que me inquieta es alabar al Señor», declama Mario Marcis, un pastor evangélico que tiene en los temas bíblicos su fuente de inspiración.
Dios, amor, sufrimiento, alegría, política, cotidianeidad, entre muchos temas, surgen de esta copiosa producción literaria del pueblo de Nicaragua, un país que ha dado al mundo algunas de las figuras cimeras de la lírica, como Rubén Dario, Pablo Antonio Cuadra y el mismo Ernesto Cardenal.
El festival dedicado este año al poeta nicaragí¼ense Azarías H Pallais, y que lleva como lema «La poesía es el ángel de la imaginación», congrega a más de 150 poetas de distintos países de América Latina, Europa, Africa y Asia.
Entre las novedades del actual festival, que comenzó el 14 de febrero y se prolongará hasta el próximo domingo, está el llamado «carnaval poético», un desfile de comparsas y manifestaciones del folclore nicaragí¼ense, cuyo acto destacado es el cortejo fúnebre para sepultar «la traición de los sueños».
«El pensamiento era enterrar la traición de los sueños, para que se nos hagan realidad nuestros sueños de libertad, democracia y paz, para que todos entendamos esos grandes sueños como la gran bandera de la poesía», dijo a la AFP la escritora Gloria Gabuardi.