Duro y acalorado debate opone a candidatos


El primer debate electoral por internet en la historia de Brasil opuso hoy a los principales candidatos a la Presidencia, en un duro intercambio de crí­ticas, acusaciones y propuestas de cara a las elecciones de octubre.


La favorita en los sondeos, la ex ministra jefa de gabinete del actual gobierno, Dilma Rousseff (45%), y los opositores José Serra (29%) y Marina Silva (8%), discutieron problemas educativos, de saneamiento, urbanización, reforma del Estado y reforma tributaria.

Pero lo que más se destacó de este segundo debate electoral entre los candidatos fue un aumento de la temperatura y una multiplicación de ataques entre los dos favoritos en comparación con el enfrentamiento previo.

«Brasil tiene la mayor carga tributaria del mundo en desarrollo», y el gobierno brasileño es uno de los que menos invierte en relación al Producto Interno Bruto, disparó Serra, de 68 años, ex gobernador de Sao Paulo y candidato por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

«Ese número es bastante antiguo. Es bueno actualizarse. Tuvimos una práctica sistemática de reducción (de impuestos)» durante la crisis en el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, replicó Roussefr, de 62 años, ex jefa de gabinete del gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).

«Usted tuvo una evaluación equivocada de la crisis» cuando gobernaba Sao Paulo, y apostó a la sustitución de impuestos, contraatacó la candidata de Lula a la Presidencia.

«Dilma, usted mira tanto para atrás, el retrovisor es tanto más grande que el parabrisas» que no ve el panorama global, le respondió Serra, al tiempo que acusó al actual gobierno de aumentar el impuesto al saneamiento.

Pero «discutir saneamiento es algo que ustedes no deberí­an intentar, porque ustedes no hicieron nada en todo Brasil» durante los dos perí­odos de gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso (1994-2002).

El tono amable del primer debate hace diez dí­as quedó en el olvido cuando Rousseff calificó de «absurda» la opinión de Serra acerca de que un examen público escolar carece de moral luego de una grave filtración de la prueba que es investigada por los autoridades.

O cuando el opositor dijo a la aspirante oficialista que es una «ingrata» por no reconocer el mérito de los ex presidentes Cardoso e Itamar Franco (1991-1994) en la implantación del Plan Real, que recuperó la moneda brasileña.

Entre las acusaciones de «mentiras» de Serra y de «calumnias» de Rousseff, Marina Silva -del Partido Verde, cuya plataforma electoral está centrada en una reforma educativa y en el llamado a una Asamblea Constituyente- intentó defender sobre todo sus propuestas y pidió un diálogo constructivo a los candidatos.

Los candidatos intercambiaron preguntas, según el mecanismo pactado para el encuentro, y recibieron interrogantes de periodistas y también del público a través de internet.

Uno de los internautas preguntó a Rousseff «Â¿Usted no fue la que sobró?», después de los escándalos de corrupción en el gobierno que «descabezaron» la cúpula del gobernante PT entre 2003 y 2004.

La ex ministra agradeció la pregunta pero denunció esa postura como un «intento de descalificar (su) candidatura», y aprovechó para recordar su trayectoria polí­tica. «No tuve la experiencia parlamentaria, pero administrativa dentro del gobierno, tuve bastante», se defendió.

A Serra, en tanto, uno de los internautas le preguntó por una afirmación con la que lo atacan sus opositores: «Â¿Usted es un candidato de las élites?», inquirió un joven estudiante.

«Yo no vengo de las élites. Mi origen es modesto. Estudié siempre en escuela pública. (…) Mi actuación en todas las áreas estuvo volcada a los sectores más pobres de la población brasileña», se atajó el ex gobernador del rico e industrial estado de Sao Paulo.

Rousseff también tuvo que responder sobre su estado de salud, luego de haber sido operada de un cáncer el año pasado y haber sido sometida a quimioterapia.

«Me considero plenamente restablecida, no creo que nadie con un problema de salud pueda enfrentar una campaña presidencial», señaló.

El primer turno de las elecciones presidenciales brasileñas tendrá lugar el 3 de octubre, y de haber una segunda vuelta será el 31 de ese mes. Unos 135 millones de electores están convocados a votar obligatoriamente.