Autoridades mexicanas decomisaron 105 toneladas de mariguana cerca de la frontera con Estados Unidos (en California, oeste), el mayor golpe reciente contra el narcotráfico, pocos días antes de un referendo en ese estado norteamericano sobre la legalización del uso no medicinal de la droga.
El operativo realizado ayer se produjo cerca a la ciudad de Tijuana, fronteriza con San Diego (California), informó el Ejército. El cargamento era de tal magnitud que la tarea de pesar cada uno de los más de 10.000 paquetes hallados se prolongó hasta esta madrugada.
El general Alfonso Duarte, comandante de la II Zona Militar de Tijuana, dijo que la operación se desató tras un enfrentamiento de la policía con narcotraficantes.
En total se logró confiscar en cuatro lugares «más de 10 mil paquetes de mariguana con un peso aproximado de más de 105 toneladas» y se detuvo a 11 personas, explicó a la prensa el general.
Según Duarte, la mariguana confiscada tenía un valor de unos 4.200 millones de pesos (335 millones de dólares) en las calles de México pero que esta cifra podría duplicarse o triplicarse en caso de venta en Estados Unidos, donde los narcotraficantes pretendían introducirla.
El gigantesco decomiso tuvo lugar después de una balacera entre la policía municipal de Tijuana y hombres armados a bordo de un convoy de siete vehículos, de los que se detuvo a 11 de ellos.
La Policía y el Ejército mexicanos, que acudió en auxilio, encontraron mariguana en tres camiones y después, por confesiones de los detenidos, también localizaron más droga en un rancho y una casa de Tijuana, así como en una vivienda del cercano municipio de Playas de Rosarito, detalló el militar.
Una fuente policial dijo a la AFP que aproximadamente 30 toneladas fueron encontradas en los camiones, 70 toneladas en el rancho y el resto en las viviendas allanadas. Duarte dijo que aún no se ha establecido a qué organización pertenecía el gigantesco cargamento.
El estado de Baja California y particularmente Tijuana son considerados por las autoridades un fortín del cártel dirigido por Fernando Sánchez Arellano conocido también con el alias de El Ingeniero.
Por el tamaño de este cargamento «creemos que la única organización que estaba en capacidad de moverlo era la del Ingeniero», dijo una fuente de la procuraduría local.
El cargamento decomisado ayer casi iguala la cantidad decomisada en los últimos tres años en Baja California. En todo México las autoridades confiscaron el año pasado 2.105 toneladas de mariguana, según cifras oficiales.
Tijuana, la ciudad donde se dio el decomiso, es vecina del estado norteamericano de California, donde el 2 de noviembre se votará en referéndum la propuesta de legalizar el cultivo, el transporte y la venta de mariguana.
A mediados de este mes los sondeos indicaban que el referendo sería aprobado por una estrecha mayoría en ese estado, donde ya es legal el uso de mariguana con fines terapéuticos.
El gobierno mexicano ha cuestionado el propósito del referendo. A comienzos de este mes el presidente Felipe Calderón señaló que la aprobación de ese referendo en California creará a su gobierno «un problema difícil de resolver». «Realmente muy difícil para un gobierno meter a la cárcel a un campesino que está sembrando mariguana para vendérsela a los californianos», señaló entonces Calderón.
Calderón ordenó desde que llegó al poder en diciembre de 2006 una ofensiva contra el narcotráfico, que ha incluido el despliegue de unos 50 mil soldados. Desde entonces la violencia vinculada al narcotráfico y a las operaciones para combatirlo ha provocado más de 28.000 muertes.