Veintitrés personas murieron en una explosión de grisú en la mina de Halemba (Silesia, sur de Polonia), según el último balance proporcionado hoy sobre el peor desastre que ha afectado a la industria minera polaca en casi tres décadas, indicó la compañía minera KW, dueña del pozo.
Los equipos de salvamento no pudieron descender durante la jornada de ayer a la galería en la que se produjo el accidente a causa de la alta concentración de gas metano.
Durante la noche los socorristas pudieron acceder al lugar y descubrieron los cuerpos de los 15 mineros que se encontraban en paradero desconocido.
«La fuerza de la explosión fue tan grande que las posibilidades de supervivencia de los mineros eran casi nulas», declaró Zbigniew Madej, portavoz de la compañía minera KW, dueña del pozo
Tras la explosión producida el martes a 1.030 metros de profundidad, los socorristas no habían recibido ningún signo de vida proveniente de los mineros desaparecidos.
La temperatura en el lugar de la explosión, según Madej, fue superior a los mil grados centígrados.
«Es una gran tragedia. No puedo contener las lágrimas», declaró Anton Malejczyk, un minero que trabaja de noche y que ascendió a la superficie hoy por la mañana, al mismo tiempo que los cuerpos de sus colegas.
«Me dijeron que los cuerpos estaban pegados unos a otros», explicó Malejczyk.
El presidente de la compañía minera, Grzegorz Pawlaszek, afirmó que los «cuerpos llevados a la superficie estaban parcialmente carbonizados y era imposible identificarlos en lo inmediato».
Los mineros muertos, de entre 21 y 59 años, trabajaban en su mayoría para una sociedad externa y se encargaban de sellar una galería cuyo acceso estaba prohibido después de un accidente ocurrido en marzo. Los mineros debían evacuar todo el material pesado, valorado en 18 millones de euros.
El sindicato polaco Solidaridad acusó a la dirección de la mina Halemba de tener parte de la responsabilidad en el accidente.
«La mina debería haber enviado a los mejores especialistas en salvamento minero a Polonia. Al emplear una sociedad externa, la dirección escogió la opción menos cara para obtener beneficios a cualquier precio», declaró Kazimierz Grajcarek, jefe de la sección minera del sindicato.
La fiscalía polaca abrió una investigación para determinar las causas del accidente y los eventuales responsables de la catástrofe.
Este accidente es uno de los más graves en Europa y el que más víctimas se cobró en Polonia desde 1979, cuando 34 mineros fallecieron en una explosión de grisú en la mina de Dymitrow en Bytom (Silesia).
Con los 23 hombres fallecidos el martes en Halemba, son 43 los mineros que han muerto en Polonia desde comienzos de año.
El carbón sigue siendo un motor importante en la economía polaca, ya que sus precios en el mercado mundial han aumentado claramente en los últimos años.
En 2005, Polonia fue de lejos el mayor productor de carbón de la Unión Europea con 98 millones de toneladas, 57% del total extraído en la UE.