Rusia vive un día oficial de duelo para honrar a las al menos 39 víctimas que dejó el doble atentado suicida que un día antes sacudió el metro de Moscú. Los ataques perpetrados por mujeres suicidas también dejaron más de 60 heridos.
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Los rusos han estado encendiendo velas y depositando flores en memoria de las víctimas de las explosiones en las estaciones de metro de Lubyanka y Park Kultury.
Las autoridades creen que el doble atentado fue llevado a cabo por rebeldes musulmanes del Cáucaso Norte, al sur de Rusia, que luchan por su independencia, aunque ningún grupo lo ha reivindicado.
Se trata de la primera vez, en seis años, que Moscú recibe un ataque de insurgentes islamistas, explica Richard Galpin, corresponsal de la BBC en Moscú.
Y la gran preocupación, dice Galpin, es si esto es el comienzo de una nueva ola de ataques por parte de los rebeldes del Cáucaso Norte.
El autoproclamado líder de los insurgentes había prometido llevar la guerra a Rusia. En febrero, el jefe checheno Doku Umarov había dicho: «La zona de operaciones militares será extendida al territorio ruso… la guerra está llegando a sus ciudades».
La pregunta, explica Galpin, es si las fuerzas de seguridad pueden reunir la suficiente información de inteligencia para prevenir futuros atentados.
La seguridad fue reforzada y la gente utiliza el sistema de metro con normalidad.
Los diarios criticaron duramente a los servicios de seguridad y pidieron una revisión de la estrategia para hacer frente a la amenaza terrorista.
En el marco de la cumbre del G-8 en Canadá, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, pidió una cooperación internacional más intensa para combatir lo que llamó la «red terrorista global».
Por su parte, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, sostuvo que los ataques son otra señal de que el mundo se enfrenta a un enemigo común.
SERíN DESTRUIDOS
El gobierno de Rusia aseguró que los organizadores del doble atentado «serán destruidos».
El presidente Dimitri Medvedev dejó una corona de flores en el lugar de uno de los ataques y calificó a los atacantes de «bestias».
«Los encontraremos y los destruiremos», aseguró el mandatario ruso.
El primer estallido tuvo lugar poco antes de las 08:00 hora local en la estación de Lubyanka, que se encuentra justo debajo del cuartel general del FSB, el servicio interno de inteligencia. Allí fallecieron al menos 23 personas, incluidas algunas que aguardaban en el andén.
Entre 30 y 40 minutos después ocurrió la explosión en la estación Park Kultury, también en el centro de Moscú. Allí se registraron al menos 12 muertos.
Cuatro personas fallecieron en hospitales. Y las autoridades aseguran que la cifra de muertos podría aumentar.
El gobierno de Rusia aseguró que los organizadores del doble atentado suicida ayer en el metro de Moscú «serán destruidos».
Los ataques, perpetrados por dos mujeres suicidas en el momento de mayor congestión en el metro de la capital rusa, acabaron con la vida de al menos 38 personas y causaron heridas a más de 60.
Ningún grupo se ha atribuido los ataques, pero el servicio de inteligencia ruso, el FSB, acusó a rebeldes del Cáucaso Norte, que incluye a Chechenia e Ingusetia.
El presidente Dmitri Medvedev dejó una corona de flores en el lugar de uno de los ataques y calificó a los atacantes como «bestias».
«Los encontraremos y los destruiremos», aseguró el mandatario ruso.
«COOPERACIí“N INTERNACIONAL»
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a su homólogo para darle las condolencias y agregó que su país está listo para cooperar con Rusia con el fin de ayudarlo a llevar a la justicia a los responsables de las explosiones.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que los atentados demuestran la necesidad de una mayor cooperación internacional para prevenir futuros incidentes.
Hablando en la reunión del G-8 en Canadá, Lavrov urgió a los líderes mundiales a combatir lo que llamó la «red terrorista global».
Mientras que la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, sostuvo que los ataques son otra señal de que el mundo se enfrenta a un enemigo en común.
¿CONEXIí“N CHECHENA?
Más temprano, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, había prometido perseguir a los responsables y afirmó que los «terroristas serán destruidos».
También describió los ataques como «atroces».
El gobierno de la ciudad de Moscú declaró el martes día de duelo.
Los dos ataques perpetrados por dos mujeres suicidas fueron los primeros en esa ciudad en los últimos seis años.
El primer estallido tuvo lugar poco antes de las 08:00 hora local (04:00 GMT) en la estación de Lubyanka, que se encuentra justo debajo del cuartel general del FSB, el servicio interno de inteligencia. Allí fallecieron más de 20 personas, incluidas algunas que aguardaban en el andén de la estación.
Entre 30 y 40 minutos después ocurrió la explosión en la estación Park Kultury, también en el centro de Moscú. Allí se registraron al menos 14 muertos.
Pese a las acusaciones del gobierno ruso, hasta el momento nadie se atribuyó la responsabilidad de los que parecieron ser ataques coordinados, explica Richard Galpin, corresponsal de la BBC en la capital rusa.
Las autoridades dicen que encontraron restos de la mujer que, creen, llevó adelante el segundo de los ataques.
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, ordenó reforzar la seguridad en todo el país y dijo que Rusia luchará contra el terrorismo hasta el final.
«La política de aplastamiento del terror en nuestro país y la lucha contra los terroristas continuará. Proseguiremos las operaciones contra los terroristas sin vacilaciones y hasta el final», señaló en un comunicado.