Brasil y Costa Rica, campeones juveniles de la Conmebol y la Concacaf, se enfrentan mañana (14h00 GMT) en Port Said (Egipto) en partido del Grupo E que servirá como debut de ambos en el Mundial Sub-20 y en el que los auriverdes parten como favoritos.
El favoritismo de Brasil tiene una sólida base en su historia en el Mundial de la categoría (cuatro títulos), mientras que Costa Rica quiere superar en su séptima participación la primera ronda del torneo, algo que nunca logró, en una llave en la que también compiten República Checa y Australia.
«Se nos presenta la ocasión de demostrar de qué pasta estamos hechos. Queremos ganar el primer partido para pasar de ronda y llegar lo más lejos posible. Lo que cuenta es saltar a la cancha a darlo todo por un país que tiene fe en su equipo Sub-20», afirmó Josué Martínez, delantero del Saprissa, que marcó dos de los tres goles en la final de la Concacaf contra Estados Unidos.
El técnico costarricense, Ronald González, piensa que su equipo debe buscar rapidez para sorprender a su rival.
«Brasil en estas categorías es muy fuerte, por lo que sabemos que nos vamos a topar a un equipo que tratará de manejar siempre el balón, muy rápido, ordenado en sus líneas y bueno en las individualidades, pero cuando recuperemos la pelota se verá a Costa Rica con potencial de hacer daño en la defensa suramericana, por la velocidad que se maneja adelante», comentó González.
La selección brasileña querrá borrar el mal papel del último Mundial de Canadá-2007, donde fue eliminada por España en octavos de final, en los penales, con un equipo liderado por el milanista Alexandre Pato.
«No ha sido fácil estudiar a Costa Rica, porque se trata de un rival contra el que no jugamos muy a menudo y lo conocemos poco. Lógicamente, estamos al tanto de sus magníficos resultados en la fase de clasificación. Sea como sea, lo más importante en cualquier campeonato es el primer partido, pues conlleva una presión enorme, y nosotros vamos a hacer lo que podamos para ganarlo», afirmó Rogerio Lourení§o, seleccionador de Brasil.
Costa Rica ha entrenado mucho estos días las jugadas a balón parado, los tiros libres y los lanzamientos de penal de cara al partido contra Brasil.
«Somos conscientes de que el rival con el que abrimos nuestra participación en el Mundial es uno de los más difíciles de vencer, por ese motivo es que no descuidaremos ningún detalle que nos pueda costar el triunfo», afirmó el centrocampista «Tico» Allen Guevara.
Rogerio Lourení§o y Ronald González, seleccionadores de ambos equipos, coincidieron como jugadores en el Mundial Sub-20 de 1989 en Arabia Saudí, ambos con el número 5 a la espalda.
Costa Rica quedó eliminada en la ronda de grupos, aunque sólo por diferencia de goles, mientras que Brasil quedó en tercera posición.
Lourení§o confía en jugadores como los centrocampistas Douglas Costa y Giuliano, del Gremio y del Internacional de Porto Alegre respectivamente, en el defensa Wellington Junior, del Botafogo, y en el arquero Renan, del Atlético Mineiro, para llevarse un título que se le escapó en 1989.
Honduras empieza su participación en el Mundial Sub-20 de Egipto mañana contra Hungría, en partido del Grupo F en Alejandría (19h30 GMT), con un mensaje de moral y ambición lanzado por su técnico en las últimas semanas, para pasar por primera vez a octavos de final.
Los «catrachos» nunca han superado la primera ronda en sus cuatro participaciones anteriores y curiosamente su única victoria en el torneo se dio contra Hungría, en la primera edición disputada en Túnez en 1977 (2-0).
«Pido a los aficionados que crean y confíen en nosotros. Queremos su calor y respaldo moral, la tarea apenas empieza y no queremos quedarnos cortos. Aspiramos al máximo», afirmó Emilio Umanzor, seleccionador de Honduras, en un mensaje reiterativo con el que busca dar confianza a sus chicos.
«Los muchachos hicieron un sacrificio muy grande, superaron las expectativas y estoy orgulloso de ellos. Ahora venimos con un compromiso mayor: ahora hay que esmerarnos para ser protagonistas. A Egipto no vamos sólo con la idea de competir, sino con las ganas de pasar a la siguiente ronda», añade.
El mensaje lanzado por Umanzor ha sido recogido por sus jugadores, que acuden con muchas ganas el torneo.
«Vamos muy contentos, ilusionados, llenos de confianza, con ganas de escribir nuestra propia historia en este Mundial Sub-20», expresó el mediocampista Mario Martínez.
Los catrachos no pudieron clasificarse a la edición anterior del torneo, en Canadá 2007, y dos años atrás tuvieron una mala experiencia en Holanda en 2005, donde perdieron sus tres partidos, no anotaron ni un gol y encajaron quince.
Antes de viajar a Egipto, tuvieron un período de concentración en España, para acostumbrarse al clima y al cambio horario, disputando varios partidos, entre otros contra el Alicante B y la selección de Nigeria, con los que empataron, y frente a España, con la que perdieron.
El partido se disputará en un marco incomparable, el estadio de Alejandría, el más antiguo del país, construido en 1929, un auténtico museo, del que una parte se hizo sobre las antiguas murallas de la ciudad.
Hungría tiene sus mejores jugadores en la delantera con Vlagyimir Komán, centrocampista ofensivo del Avellino italiano, y un único punta, Krisztián Németh, un ariete poderoso físicamente y muy bien dotado en el aspecto técnico, del Liverpool.