Un vasto plan de seguridad para Bagdad de las fuerzas estadounidenses e iraquíes empezaba a mostrar resultados hoy, mientras miles de tropas patrullaban las calles y aviones de combate rugían en el cielo de esta ciudad devastada por la violencia.
Las autoridades iraquíes señalaron el jueves que se encontraron los cadáveres de sólo cinco personas asesinadas la noche anterior, una cantidad muy pequeña si se compara con las que se registraban anteriormente en la capital. Según estas fuentes, la disminución del balance diario de víctimas muestra que los escuadrones de la muerte se han escondido.
Los comandantes advirtieron sin embargo que tomará meses para que la «Operación Ley y Orden» logre instaurar la calma.
«Los registros basados en las instrucciones de los servicios de inteligencia acompañados por operaciones rastrillo fueron llevados por fuerzas de la coalición y de la seguridad iraquí en numerosos lugares de Bagdad», afirmó el portavoz del ejército norteamericano, el teniente coronel Scott Bleichwehl.
Mientras tanto, altos funcionarios iraquíes trataban de poner fin a una polémica sobre el paradero del líder religioso radical chiíta Moqtada al Sadr, quien según los militares estadounidenses había partido hacia Teherán antes de que comenzara a aplicarse el plan de seguridad.
Sami al Askari, un miembro del Parlamento y asesor político del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, confirmó que este virulento opositor de la ocupación estadounidense se encontraba en la capital iraní respondiendo a una «invitación oficial», pero que pronto estaría de regreso.
Aksari criticó a los norteamericanos por haber dado a conocer ese viaje, afirmando que se trataba de una «provocación injustificable» hacia los partidarios de Sadr, pero también atacó a los fieles de Sadr por haber desmentido dicha visita, dando argumentos a Estados Unidos.
Los sadristas habían desmentido un comunicado militar estadounidense según el cual el líder radical chiíta se encontraba en Teherán desde enero pasado.
Al ser interrogado sobre los motivos que tenían los norteamericanos para destacar la visita de Sadr a Irán, Askari contestó: «Ellos trataron de ponerla en el contexto equivocado. ¿Por qué tratan de provocar a los partidarios de Sadr? A veces los norteamericanos no actúan con sabiduría».
Ayer, el portavoz de las fuerzas militares norteamericanas, el general William Caldwell, confirmó las informaciones de los medios de comunicación de que Sadr había viajado a Teherán, desencadenando rumores de que había escapado para evitar un próximo ataque contra su milicia del Mahdi.
Unos 85 mil soldados norteamericanos e iraquíes se desplegarán en la capital de Irak, y mientras las fuerzas norteamericanas se acantonaban hace más de una semana, Maliki lanzó formalmente el miércoles su plan, apoyado por varias leyes de seguridad.
Se lanzaron incursiones, registros y operaciones rastrillo en el marco de una operación de gran envergadura «contra elementos extremistas para evitar que encuentren refugios», y 14 sospechosos fueron detenidos el jueves, indicó Bleichwehl.
«Patrullas de seguridad reforzadas también descubrieron cuatro escondites de armas», añadió esta fuente.
Grandes embotellamientos de tránsito bloqueaban los puentes que cruzan el río Tigris y helicópteros de ataque Apache sobrevolaban el centro de la capital, patrullando en círculos estrechos mientras las fuerzas iraquíes registraban automóviles y bloqueaban barrios enteros.
Pero mientras se aplicaba este plan de seguridad para Bagdad, un atentado con coche bomba tuvo lugar en Ramadi, bastión de los insurgentes sunitas en la provincia de Al Anbar (oeste), matando a 11 personas, incluyendo a cuatro policías, indicaron fuentes militares norteamericanas.
El ejército estadounidense anunció hoy que sus operaciones con las fuerzas iraquíes habían duplicado en intensidad en Bagdad en el marco de la aplicación del plan «Orden y Ley» destinado a pacificar la capital iraquí, e indicó haber detenido a 14 sospechosos.
«Los soldados de la división de la Fuerza multinacional desplegados en Bagdad y las fuerzas de seguridad iraquíes aumentaron hoy el ritmo de sus operaciones en varios sectores de la capital», indicó un comunicado del ejército fechado el jueves.
«Cacheos orientados a obtener informaciones y operaciones de rastrillo han sido efectuados en múltiples lugares por las tropas de la coalición y fuerzas de seguridad iraquíes», indicó en este texto el portavoz del ejército estadounidense en Bagdad, el teniente coronel Scott Bleichweil.
Desde el miércoles en la noche, podía apreciarse una intensa actividad aérea, con aviones de caza volando regularmente sobre Bagdad a baja altura.