Ante el anuncio de Julio Chávez, director de la Policí­a Nacional Civil (PNC), en el que se oficializó la separación de 561 agentes de la institución, la sociedad civil teme que de no concretarse programas de reinserción, varios agentes podrí­an engrosar las filas de la delincuencia.

«Nosotros creemos que existe un riesgo de que los policí­as expulsados se sumen a las filas del crimen organizado», aseguró Carmen Aí­da Ibarra, de la Fundación Myrna Mack, agregando que desde ya el Organismo Ejecutivo deberí­a de tomar las medidas para prevenir esa posibilidad.

Cuestionado a este respecto, el Presidente de la República í“scar Berger manifestó que estaba consciente de la necesidad de programas de reinserción, no obstante no pudo explicar cuáles son los programas que según él, el Ministerio de Gobernación maneja en este tema.

El procurador de los Derechos Humanos (PDH), Sergio Morales, especificó que entre la propuesta de la depuración y refundación de la PNC se incluí­a un apartado donde se señalaba la necesidad de proyectos de reinserción que brindarán a los agentes alternativas para ganarse la vida fuera de la institución de seguridad.

El magistrado de conciencia aseguró que hasta el momento desconoce qué medidas se han llevado a cabo para prevenir la posibilidad que policí­as se sumen al crimen organizado.

Para la activista de la Fundación Mack, esta no es la primera vez que surgen dudas de esta clase, pues argumenta que el mismo riesgo se vivió con la desmovilización de la guerrilla y más recientemente cuando se dio de baja a una gran cantidad de efectivos castrenses.

«Debe darse un esfuerzo conjunto que integre el Ministerio de Trabajo entre otras instancias del Ejecutivo, y no referir la responsabilidad del asunto a Gobernación, puntualizó la activista.