DROGADICTOS MAREROS Y EL MAESTRO JORGE WINTER


Según el DRAE el término «inefable» es algo que, con palabras, no se puede describir.

Es que, inefable, indescriptible, increí­ble e inimaginable es el estado en que se encuentra Guatemala, cuya sociedad parece estar poseí­da por el demonio. Ese acto desbordante de saña con la que esos menores de edad descuartizaron a su maestro Jorge Winter, y luego le sacaron el corazón, solamente pueden ejecutarlo bestias que como la hiena, se alimentan de carroña. Ya atravesamos el fondo y ya estamos en el trasfondo.

Dr. Carlos Pérez Avendaño

Los infelices adolescentes ejecutores de esa carnicerí­a que ha trastornado a Guatemala, estaban, indudablemente, bajo el influjo de la droga. Es la única manera de explicarse esa actuación de alienados que, posesos, dejan de ser humanos y si no, vean ustedes la cantidad de droga que a la hora de que la Policí­a hace requisas en las cárceles, siempre se encuentra en abundancia.

Urge acciones inteligentes, ya. Pero que de verdad sean revolucionarias e inteligentes.

La droga cultivada en Colombia y en Bolivia es transportada a través de Centroamérica y México para llevarla a Estados Unidos que es su mayor consumidor. Si los gringos cultivaran droga en su territorio, no tendrí­an necesidad de los traficantes que, para entregársela atraviesan nuestras tierras, se han adueñado de nuestro territorio, y lo han llenado de muertos.

Urge un movimiento liderado por latinoamericanos que insistan ante el gobierno estadounidense haciéndole ver que el más importante factor en el problema de la droga es el consumo que, de ella, hace la juventud gringa. Si los muchachos gringos consumieran menos droga y se redujera la compra-venta de la misma se acabarí­a ese multimillonario negocio. Pero…. eso va a muy largo plazo.

Mientras tanto, que los latinos se pongan de acuerdo y que dejen que los traficantes transiten libremente llevando su droga desde Colombia hasta la frontera de los Estados Unidos. La red de corrupción que conforman los aduaneros, jueces, policí­as, diputados, magistrados y tantos otros oficiales de alto nivel en el gobierno, y que se benefician de ese tráfico, se acabarí­a. ¿Cuánto habrí­a que pagarles a los diputados para que aprueben la ley del libre tráfico de droga?

Pero? esto también va para largo, y mientras tanto, policí­as y ejércitos habrán de seguir combatiendo en una batalla interminable que representa un significativo gasto para nuestros paí­ses que no están en condiciones de soportar esa pesada carga.

Por eso precisa que los latinos le hagamos ver a los gringos la necesidad de que ellos siembren la amapola y la coca para su propio consumo y, si en gringolandia no hay suficientes tierras adecuadas para esos cultivos que se sigan sembrando en Latinoamérica, pero que sean ellos, los gringos, los encargados de transportarla desde Colombia hacia sus costas. Otra alternativa para acabar con el narcotráfico.

Sr. Presidente d. ílvaro, ¿tiene usted algunas otras desequilibradas ideas?

Si acaso usted lograra, con inteligencia, un enfoque más original y efectivo que la tradicional lucha a balazo limpio, yo le prometo hablarle a Fidel para que lo condecore a usted y a su esposa Sandra con la Orden José Martí­. Eso sí­, su señora d. Sandra y usted tendrí­an que prometer que cuando venga Fidel a condecorarlo, no lo van a dejar plantado en la banqueta.