DRAMA: ¿Dónde están las mujeres desaparecidas?


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Desde principios de 2011 hasta la fecha, las autoridades buscan a 51 mujeres y niñas reportadas como desaparecidas por sus familiares y amigos. La Policía sostiene que las búsquedas continúan, pero no descartan que las féminas sean víctimas de secuestro, trata de personas, o que ya hayan perdido la vida. Activistas sociales creen que se deben fortalecer los sistemas de búsqueda e investigación criminal para localizarlas, y evitar que se produzcan nuevos casos.

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POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

La División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) refiere que entre enero de 2011 y marzo pasado, en el departamento de Guatemala se registraron 540 casos de desaparición de mujeres y niñas, de los cuales 489 fueron resueltos.

Esto significa que a pesar de los esfuerzos policiales para localizar a cientos de personas todavía se desconoce el paradero de 51 mujeres, dicen las autoridades.

El mayor número de desapariciones se registró en el municipio de Guatemala, con reportes de 400 casos; Mixco, con 42 expedientes y Villa Nueva, con 24 casos.

Según el reporte, las edades de la mayoría de las víctimas oscilan entre los 14 y 17 años.  Un total de 124 casos se registra de las desapariciones de adolescentes de 14 años; 96 de 15 años y 82 de 17 años.

Investigadores consultados explican que no se descarta que las mujeres que continúan desaparecidas sean blanco de bandas de secuestradores o tratantes de personas, y en el peor de los casos, que ya hayan sido asesinadas.

Por otro lado, en la mayoría de casos de mujeres y niñas que fueron localizadas, se determinó que se encontraban en la casa de un familiar, un amigo o de su pareja.  El principal móvil por el que huyeron de sus hogares fue por problemas familiares o violencia intrafamiliar, y en el caso de las niñas, a causa del abandono de sus tutores.

A decir de las autoridades, las adolescentes son las que más huyen de su casa, pero el problema es que al fugarse se exponen a situaciones de peligro. Según indican, la alerta Alba-Keneth es uno de los mecanismos que permite la ubicación de las jóvenes, principalmente de las menores de edad, pues desde el momento que los familiares reportan la desaparición, inicia la búsqueda.

Los investigadores tienen, por lo menos, seis horas para avanzar en las pesquisas del caso; en este lapso deben entregar un primer informe de los hallazgos.

ÁREA RURAL

En el área rural también se reportan varias desapariciones, principalmente en San Marcos, Huehuetenango, Escuintla, Petén, Alta y Baja Verapaz.

Las pesquisas han determinado que diariamente se reporta por lo menos una desaparición en estos departamentos; en ocasiones se registran hasta tres casos en una misma locación.

Se sabe que las víctimas oscilan entre los 13 hasta los 27 años. En lugares como Huehuetenango se conoce que se han registrado varios raptos. El agravante de la situación es que hay reporte de que las niñas más pequeñas –de 4 años- han sido objeto de estos hechos, y en algunos casos “no piden dinero por ellas, por eso no se califica como un secuestro, sino como rapto”, explican.

Leonel Dubon, director de Refugio de la Niñez, ve con preocupación la situación que enfrentan las mujeres y niñas, especialmente del área rural, pues en algunos casos se confirma que la desaparición se originó para explotarla sexualmente.

“Desaparecen de las comunidades y han sido encontradas en bares de la ciudad capital, traídas como esclavas sexuales, porque las tienen totalmente esclavizadas. Hay muchos lugares entre la 16 y 17 calle de la zona 1, donde es típico ver adolescentes y jóvenes explotadas sexualmente; la mayoría de ellas ha sido traída de dos formas, del interior del país: una por engaños, llegan a volantear a las cabeceras departamentales, ofreciéndoles oportunidades de modelaje o de actuación, al traerlas a Guatemala”, dice Dubón.

El activista refiere que la nueva estrategia del tratante es atraer a sus víctimas través de un tercero, que entabla una relación de noviazgo para convencer a las jovencitas para que viajen a la capital, donde posteriormente son explotadas.

“En Petén se está dando mucho esto que llegan a enamorar a las adolescentes, se entabla toda una relación de noviazgo y las empiezan a condicionar y a presionar para que se fuguen con ellos, entonces las adolescentes se van con el novio, pero el novio al traerlas a la capital lo que hace es entregarlas a los tratantes, yo creo que ese es un problema muy serio en el interior del país, lo que hay que trabajar es el fortalecimiento familiar”, indica.

El Refugio de la Niñez atendió en 2011, 20 casos de trata.  En las denuncias documentadas se comprobó que algunas mujeres desaparecieron del seno familiar, sin dejar rastro.

“En estos casos, hubo desaparición previamente, -en el caso de las adolescentes- se activa la alerta Alba-Keneth y es allí donde se logra la recuperación”, explicó el entrevistado.

¿ASESINADAS?

Maya Alvarado, de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (Unamg), admite que uno de los móviles vinculados con las desapariciones, es la trata de personas, pero por otro lado, enfatiza que las víctimas posiblemente fueron asesinadas por personas de su entorno.

“Desde nuestra perspectiva, el tema de la trata, las cifras que ya se conocen, son muy serias, esa podría ser una de las causas y efectivamente el posible asesinato y desaparición de los cuerpos, con la intención de no dejar evidencia de los crímenes, hemos visto que se pretende quitar huellas de quienes perpetran los hechos, ocultando el cuerpo se elimina cualquier prueba, no hay cómo probar el crimen, pero resulta que si alguien desaparece sí hay crimen”, indica Alvarado.

A criterio de la activista, la falta de una investigación exhaustiva en los casos de mujeres desaparecidas, sigue evidenciando la incapacidad de las entidades de seguridad y justicia, para abordar la problemática, a pesar del alto índice de casos resueltos.

“Sigue evidenciándose la falta de capacidad para abordar la problemática, la falta de profesionalización de los órganos de justicia para hacer investigaciones que promuevan la investigación y el hallazgo verídico de estas personas, nadie desaparece [PM1]sin rastro, allí hay una necesidad de capacitarse en esos temas, además, de que las respuestas vuelven a recaer en los prejuicios sociales que tienen las instituciones encargadas de la seguridad para justificar la ineficiencia y posiblemente en algún caso, la posible colusión con esas desapariciones”, afirma Alvarado.

La representante de Unamg, considera que las investigaciones deben reforzarse a través de todos los mecanismos necesarios, con la información recopilada se puede determinar el perfil de la víctima o la identificación de personas, incluso, redes que tienen participación en estos delitos.

“Estamos hablando de una investigación criminal, se necesita profundizar los conocimientos conforme al enfoque de género, la perspectiva de género para incluir en estas investigaciones, lo cual quiere decir no desestimar a ningún actor cercano a la persona desaparecida, investigar mucho los círculos en los que se mueven las víctimas de estos delitos, pero no llevando por delante el prejuicio, sino tomando en cuenta su condición de sujeto con derechos, sea cual sea su condición”, afirma la profesional.

EXIGEN A LAS AUTORIDADES

La representante de Unamg y del Refugio de la Niñez, demandaron a las autoridades a jugar un papel más protagónico en los casos de desaparición, pues es el Estado que debe asumir la responsabilidad para atender la problemática.

“Es obligación del Estado buscar a la persona viva o muerta, eso no puede permitirse, que alguien desaparezca de la noche a la mañana y que, además, se justifique su desaparición”, resaltó.

Alvarado, añadió que la persecución de estos crímenes, puede contribuir a fortalecer el sistema democrático, “hace falta elaborar políticas en ese sentido, de seguridad integral, también de persecución de este tipo de crímenes y enmarcarlo en una política más amplia, que tenga que ver con un concepto de seguridad dentro de un estado democrático y no un concepto de seguridad tejido solo a lo represivo, sino intentando crear mecanismos dentro de un sistema de seguridad democrática”.

En el caso de la niñez desaparecida Leonel Dubón indicó que, uno de los retos más importantes a enfrentar es la desarticulación de las instancias encargadas de apoyar en este tema, aunado a otros problemas.

“El problema más grande que yo veo es la desarticulación que hay de todas las instituciones que tienen responsabilidad, no hay una articulación muy fuerte; el segundo problema es que no están dotadas de los recursos necesarios para el tema de búsqueda –principalmente de niñez desaparecida”, refirió.

Según Dubón, existe buena voluntad para atender el problema, sin embargo, cada instancia atraviesa por diferentes problemas.

“La Procuraduría General de la Nación (PGN) está atravesando serios problemas, por falta de investigadores, está tratando de cubrir lo que ordena la Ley Alba-Keneth; el Ministerio Público (MP), en tema de desaparición por trata, no le está dando la fuerza necesaria, porque ni siquiera hay una fiscalía contra la trata de personas; la Unidad de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional Civil (PNC) es muy frágil”, concluyó.

INFORME
DESAPARECIDAS


Estadísticas de la PNC refieren que desde 1 de enero de 2011 al 22 de marzo de 2012 continúan desaparecidas 51 mujeres y niñas; no descartan que fueron asesinadas o víctimas de trata.

En el área rural, los departamentos que se han identificado con mayor número de desapariciones son San Marcos, Huehuetenango, Escuintla, Petén, Alta y Baja Verapaz.

Actualmente, uno de los casos de mayor impacto, es el de Cristina Siekavizza, la joven mujer, que desapareció desde el 7 de julio de 2011, su cuerpo aún no ha sido localizado.

“Desaparecen de las comunidades y han sido encontradas en bares de la ciudad capital, traídas como esclavas sexuales, porque las tienen totalmente esclavizadas…”.
Leonel Dubón
Refugio de la Niñez