Dos parejas de mujeres, todas activistas por los derechos homosexuales, contraerán matrimonio hoy en California (oeste), donde entra en vigor una histórica legislación estatal que permite las bodas gay aun sin el reconocimiento del Estado Federal.

En Los íngeles (al sur del estado) Robin Tyler y Diane Olson, de 66 y 54 años respectivamente, se darán el «sí quiero» un minuto después de la entrada en vigencia de la ley estatal hoy al igual que Phyllis Lyon y Del Martin, de 87 y 83 años de edad, que se casarán en San Francisco (a unos 600 km al norte de Los íngeles).
Ambas parejas esperaron entre 30 y más de 50 años para casarse y tener una unión oficial bajo los mismos términos legales que los matrimonios entre heterosexuales, una lucha por la cual no bajaron los brazos y que llevaron hasta la Corte Suprema de California que finalmente el 15 de mayo pasado falló a su favor y con ello dio luz verde a las parejas del mismo sexo a casarse.
Las dos parejas serán las únicas en casarse el lunes como un estreno simbólico y será el martes cuando se espera un verdadero aluvión de bodas por los condados de este estado de 1.000 km de largo.
California, el estado más poblado de Estados Unidos –37 millones de habitantes– permitirá los matrimonios entre una «parte A» y una «parte B», para sus residentes y todos aquellos del resto del país que deseen venir a intercambiar votos a la costa oeste.
«Si se le niega a los gay y lesbianas el derecho a casarse, eso es segregación», dijo Tyler, una productora y guionista que ha sido activista de las demandas homosexuales desde 1970.
«Igualdad no es darnos otro nombre para nuestras relaciones (como la figura legal ya existente de «sociedad doméstica»), igualdad es darnos el mismo «matrimonio»», agregó Tyler.
California se convierte así en el segundo estado después de Massachusetts en otorgar tal derecho a los homosexuales. Además, en Nueva Jersey y Vermont (este) existen leyes que garantizan derechos a parejas del mismo sexo, similares a los que gozan los matrimonios heterosexuales pero bajo otro nombre.
Según un reciente estudio universitario, más de 100.000 parejas homosexuales viven en el Estado y la mitad prevé casarse en los próximos tres años.
El potencial económico es prometedor: «Los gastos directos de las parejas californianas del mismo sexo para su matrimonio, y aquellas de parejas provenientes de otras partes así como sus gastos de estadía, beneficiarán a la economía del Estado con más de 638,3 millones de dólares en tres años», además de crear alrededor de 2.100 empleos, según un estudio publicado de la Universidad de California en Los íngeles (UCLA).
«La comunidad lesbiana y homosexual empieza a ver la luz al final del túnel en el movimiento por nuestros derechos civiles», consideró Jeffrey Prang, el alcalde del bastión homosexual de Los íngeles, West Hollywood, coincidiendo con su par de San Francisco, Gavin Newsom, impulsor de este derecho.
Sin embargo los detractores al matrimonio homosexual no se dan por vencidos y reunieron las firmas suficientes para que se consulte a los californianos sobre el tema en un referéndum el mismo día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el 4 de noviembre.
Ese día el país votará o por el republicano John McCain -radical adversario al matrimonio gay- o por el demócrata Barack Obama, hasta ahora esquivo sobre el tema, aunque dirigentes de su partido respaldan un tipo de unión civil similar al instituido en Argentina y Uruguay pero no tan completo como en España.
El gobernador Arnold Schwarzenegger -antes opositor a esta medida- dijo que respetará la decisión de la Corte y que «no apoyará una enmienda a la Constitución destinada a anular la decisión», algo que tampoco parece tener respaldo popular pues 52% de los californianos apoya estas uniones, según un último sondeo.
Pese a ser uno de los asuntos morales más sensibles en la sociedad actual, la homosexualidad se está abriendo paso entre tabúes y discriminaciones, como atestigua la creciente legalización de bodas y otro tipo de uniones entre personas del mismo sexo en el planeta.
El Estado de California, el más poblado de Estados Unidos, celebrará el lunes sus primeras bodas homosexuales, dos meses después de que el Tribunal Supremo anulara su prohibición en una decisión histórica.
California sigue así el ejemplo del Estado de Massachusetts, el primero en permitir este tipo de uniones.
Holanda fue la primera nación del planeta en adoptar esta medida en abril de 2001, seguida por Bélgica en junio de 2003, España y Canadá en julio de 2005 y Gran Bretaña en diciembre de ese mismo año.
Sudáfrica se convirtió en el pionero africano en 2006. Su ley sobre uniones civiles permite tanto éstas últimas como las bodas.
Noruega se sumó a principios de año a esta ola legalizadora, al adoptar un texto que permite a los homosexuales casarse y adoptar hijos, y a las lesbianas a ser inseminadas artificialmente.
Las bodas entre personas del mismo sexo en España, antaño uno de los países más anclados al catolicismo, han arrancado las protestas del Vaticano, pero la medida promulgada por el gobierno socialista es apoyada por la mayoría de sus ciudadanos.