Dos mujeres que abrieron brecha


Yolanda Pérez:

Helen Mack, activista y referente en la lucha por los derechos humanos y Yolanda Pérez Ruiz, ex magistrada y primera presidenta del Colegio de Abogados, son dos casos paradigmáticos de mujeres que lograron ocupar espacios públicos. Las dos coincidieron en destacar que en Guatemala persiste el machismo, pero también, que los espacios conquistados han demostrado que las mujeres se pueden desempeñar en igualdad de condiciones. Ambas indicaron que las mujeres son iguales en capacidades, pero tienen una manera diferente de hacer polí­tica. Mack señaló que las mujeres son menos permeables a la corrupción y Pérez, que hacen menos cálculos polí­ticos. Las dos reconocieron que todaví­a falta mucho para lograr la igualdad plena.

Redacción Kátin
visionelectoral@akatin.com

Helen Mack:

Visión Electoral dialogó con Helen Mack y Yolanda Pérez sobre la participación de la mujer en la sociedad guatemalteca, los avances, los problemas y los desafí­os futuros.

Machismo y exclusión

La exclusión provocada por la cultura machista, fue señalada por Helen Mack como el principal obstáculo para el desarrollo integral de las mujeres guatemaltecas: «Sí­ hay diferencias, porque creo que si hubiera sido hombre, me hubieran respetado más en los inicios de este proceso de búsqueda de justicia. Después me respetaron, pero porque ya habí­a hecho un recorrido» argumentó. «Siempre a la mujer se la ve de menos -agregó Mack- por la cultura machista que existe en Guatemala, no la miran a una como un ser con igualdad de derechos, sino con lástima. Eso es lo que se puede observar en los ejercicios de los derechos que una trata de hacer valer».

Yolanda Pérez indicó que es necesario asegurar las mismas oportunidades para toda la población, principalmente las que se refieren a la capacitación y acceso a la educación, para lograr una mayor inclusión de las mujeres en los principales cargos públicos. «La clave de todo esto está en las oportunidades que se den -sostuvo- en la apertura de la sociedad a las oportunidades. Yo no soy muy dada a que porque se es mujer yo la apoyo. Creo que todo está en las oportunidades que tengamos y que las sepamos aprovechar. Nuestra sociedad es tan desigual que las mujeres siempre llevamos la peor parte en las oportunidades, aun entre aquellos que son los más excluidos de la sociedad, terminan siendo las mujeres las más excluidas» aseveró.

Abriendo brecha

Las dos entrevistadas coincidieron en que el trabajo de las mujeres, en los espacios que se han logrado, muestra en todos los planos, que se pueden desempeñar con la misma capacidad que los hombres.

Helen Mack señaló que el trabajo que ha realizado durante los últimos años, ha demostrado la capacidad de las mujeres para desarrollarse a favor de la justicia. La activista de los derechos humanos destacó, que en el largo proceso judicial buscando justicia por el asesinato de su hermana, en los momentos decisivos, las decisiones que mantuvieron abierta la causa, fueron tomadas por mujeres. «Primero -afirmó Mack- el caso de Myrna, que fue una mujer ví­ctima, después el sistema también me victimizó. Todas las personas que fueron decisivas en el caso, porque resolvieron con valor, fueron mujeres. En cada evento que se realizó y que requerí­a un valor inagotable, fueron mujeres las protagonistas. Yo dirí­a que este caso fue de mujeres hasta el final, porque incluso fue una jueza mujer la que dirigió el Tribunal» acotó.

Para Helen Mack no hay duda, en que se ha avanzado y no sólo en los derechos de las mujeres sino de toda la sociedad. «Ha sido satisfactoria la lucha, a pesar que partimos de un hecho doloroso; sin embargo, nuestra experiencia ha incidido en que algunas instituciones públicas estén a favor, no solamente de la mujer, sino de la población en general».

Yolanda Pérez coincidió con la visión de Mack, aunque su experiencia se dio en un plano más institucional y por lo tanto más general. En 2005, Pérez fue electa como presidenta del Colegio de Abogados de Guatemala, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese puesto, anteriormente habí­a tenido una destacada actuación como magistrada en casos de alto impacto público. «Cada una de esas posiciones representó un reto -manifestó Pérez- no sólo como profesional, que ya es un reto suficiente, sino también como una mujer profesional, habida cuenta que soy la primera mujer abogada que preside el Colegio, una entidad que se ha caracterizado por ser conservadora en muchos aspectos. Por otro lado, la magistratura es un reto más grande aún, pues las cuestiones que se tienen que definir tienen una trascendencia mucho mayor» manifestó.

La ex magistrada explicó su visión del papel que tienen las mujeres que logran ocupar espacios por primera vez, para que esos espacios se conquisten definitivamente: «Se trata, como cualquier mujer que con anterioridad ha tenido la ocasión y el privilegio de ser la primera en algo, de abrir brecha. Decirle a la gente, a la sociedad, a las propios pares, que las mujeres podemos desempeñar esos puestos con igual o mejor capacidad que los demás, pero depende de las otras mujeres el arriesgarse. Cualquier cargo de ese tipo, conlleva una serie de responsabilidades. Ser primera en algo implica convertirse en una imagen a seguir, y esa imagen implica responsabilidades. Somos una sociedad de hombres y mujeres que no les gusta asumir retos por la responsabilidad que traen consigo» finalizó.

Dos historias de mujeres pioneras


La historia pública de Helen Mack comienza el 11 de septiembre de 1990. Ese dí­a, su hermana, la antropóloga Myrna Mack fue asesinada por un comando especial del Estado Mayor Presidencial. Meses antes, habí­a presentado un estudio sobre los desplazados del conflicto armado interno. Myrna Mack habí­a vivido con las comunidades de desplazados y con su estudio dio relevancia nacional e internacional a un tema que la represión querí­a mantener oculto.

Desde entonces, su hermana, Helen Mack, inició una lucha para que este crimen no quedara en la impunidad, recorrió durante años todos los niveles judiciales, investigó y presentó pruebas, enfrentó amenazas y aislamiento. Al transcurrir los años y a través de la Fundación Myrna Mack, Helen, se ha transformado en un referente nacional e internacional, de la situación de los derechos humanos en nuestro paí­s y ha presentado, también, estudios y propuestas para fortalecer el sistema de justicia en Guatemala.

Helen ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales por su lucha y su compromiso, recientemente fue galardonada con el Premio de Derechos Humanos Rey de España.

Yolanda Pérez ha sido una de las magistradas más respetadas de Guatemala, nunca eludió temas polémicos y enfrentó, por su trabajo y sus pronunciamientos -fundamentalmente vinculados a violaciones de los derechos humanos y casos de corrupción- amenazas y presiones polí­ticas.

A principios de octubre de 2004, la bancada del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), con el apoyo de la UNE, el Partido Patriota, la Gana y el PAN, impidió que Yolanda Pérez Ruiz continuara como Magistrada de la Corte de Apelaciones. De esta manera, se puso fin a una carrera de 21 años en el Organismo Judicial. Anteriormente, Yolanda Pérez habí­a negado la inscripción del lí­der del FRG, Efraí­n Rí­os Montt, como candidato presidencial, y luego ratificó su arresto domiciliario por un supuesto acto de corrupción. Pérez también descartó una fianza al ex vicepresidente del gobierno del FRG, Juan Francisco Reyes López, quien se encontraba detenido.

En 2005, Yolanda Pérez fue electa como presidenta del Colegio de Abogados de Guatemala, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese puesto.