Dos monos daltónicos recuperan visión de los colores


Dos monos daltónicos recuperaron la visión de los colores gracias a la terapia genética, lo que demuestra el potencial de este tratamiento para la corrección de las anomalí­as de la vista en los seres humanos, según los investigadores.


Los resultados de estos trabajos, dirigidos por Jay y Maureen Neitz, de la Universidad de Washington, que criaron a Dalton y Sam, dos pequeños primates, fueron puestos en lí­nea el miércoles por la revista cientí­fica británica Nature.

Mediante la inserción de genes correctores en la retina, los dos monos ardilla recuperaron la percepción del rojo y el verde que les faltaba.

El daltonismo, que fue descrito por primera vez en 1798 por el inglés John Dalton, que lo sufrí­a, afecta, tanto en Francia como en Europa y Estados Unidos, a un 8% de los hombres y a 0,45% de las mujeres.

En sus dos formas más comunes (el déficit del rojo y del verde), la transmisión de la anomalí­a hereditaria pasa por el cromosoma sexual X. Las mujeres que tienen dos cromosomas X suelen compensar la anomalí­a.

Estos trastornos visuales, denominados también «ceguera de los colores» afecta a millones de personas en todo el mundo, incluidos 3,5 millones de estadounidenses, más de 13 millones de indios y 16 millones de chinos, de acuerdo con la Universidad de la Florida.

Algunos enfermedades oculares o generales (glaucoma, diabetes…) pueden también alterar de modo variable la visión de los colores en el paciente. Pero, a diferencia de las formas hereditarias, pueden ser curados en algunos casos, indirectamente, por el tratamiento de la enfermedad causante.

El daltonismo, que no se podí­a corregir hasta ahora, provoca incomodidades en la vida cotidiana e puede impedir el ejercicio de algunas profesiones.

Un equipo de la Universidad de Florida, dirigido por William Hauswirth, desarrolló una técnica para insertar un gen de corrección, utilizando un adenovirus neutralizado, en los conos de la retina, para que esas células fotorreceptoras produzcan las proteí­nas necesarias para la visión de los colores rojo y verde.

Después de cinco semanas de tratamiento, Sam y Dalton han comenzado a ver los colores, según los investigadores. Los resultados se mantienen estables más de dos años después de la operación.

«Es sumamente alentador para el desarrollo de la terapia para las enfermedades humanas de los conos (de la retina), que provocan la ceguera», señaló Hauswirth en un comunicado de prensa, precisando que ve la posibilidad futura de poder tratar las causas de la pérdida de la visión tan extendidas como la degeneración macular vinculada a la edad (AMD) o la retinopatí­a diabética.