Dos milagros de Navidad: niños sobreviven a brutal violencia familiar


Hoy fueron dados de alta del hospital Roosevelt dos casos que los médicos los nombraron ’milagros de Navidad’ debido al estado delicado que presentaban y que se encontraban entre la vida y muerte.

Hoy fueron dados de alta dos menores que fueron ví­ctimas de la violencia que se vive en paí­s.

Ana Miza
lahora@lahora.com.gt

Uno de ellos es el caso del niño Pedro Alberto Pineda, de 13 años, el que el pasado nueve de diciembre vio cómo su padre, Jaime Alberto Pineda del Cid, atacó a su esposa, Ana Marí­a Morales, de 39 años, y a su hija, Ana Sofí­a Pineda, de 19, quienes murieran en el hospital Roosevelt debido a las heridas de machete y de arma blanca que sufrieron.

Edwin Bernal, médico cirujano pediatra, comentó que a pesar del estado delicado que presentaba Pedro, quien tení­a heridas muy graves en el cuerpo, tras la intervención de los médicos, hoy en horas de la mañana fue dado de alta, después de soportar las fuertes operaciones a las que fue sometido.

Solo se espera que continúe en terapia, debido a que su rodilla del pie izquierdo no tiene movilidad y que no puede caminar del todo bien. Se confí­a que con las próximas sesiones de terapia él pueda recobrar los movimientos totales de su pierna, añade Bernal.

Otro de los casos es el del niño Jordy Javier Calderón, de 13 años, quien resultó herido por arma de fuego luego que sicarios acribillaran a Carlos Rolando Calderón, de 37 años, padre del menor, quien ejercí­a como trabajador de la Contralorí­a General de Cuentas, el que juntamente con su sobrino Alexánder Calderón, de 17, fueran ultimados por múltiples impactos de bala.

Los hechos ocurrieron cuando dos individuos en una motocicleta iniciaron la persecución, por el bulevar San Cristóbal, de un auto en el que se conducí­an las tres personas.

Jordy también, según los médicos de la Pediatrí­a del Roosevelt, es otro milagro de la Navidad, ya que él es uno de los casos que presentó mayor gravedad, debido al incidente que sufriera juntamente con su padre y su primo.

Arturo Melville, jefe del Departamento de Pediatrí­a, agregó que tras haber ingresado a la emergencia de la Pediatrí­a el niño presentaba múltiples impactos de bala en el tórax, perforación intestinal y que además tuviera el desprendimiento del riñón. Podrí­a decirse que este era uno de los casos más difí­ciles.

Melville añade que gracias a la pronta intervención de los médicos también el dí­a de hoy fue dado de alta tras un mes de hospitalización. El avance que ha tenido ha sido satisfactorio para los médicos que estuvieron a cargo.

Sin embargo, ambos médicos coincidieron que es lamentable que los í­ndices de violencia que se registran en el paí­s vayan en aumento a causa de que se registran más casos por maltrato fí­sico, sexual, entre otros.