Dos formas de afrontar la drogadicción como un problema de salud


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Mientras que en otros países se han desarrollado programas de prevención, de tratamiento y de seguimiento a la adicción aprovechando los avances neurobiológicos para desarrollar narcóticos que ayuden a contrarrestar el abuso de otras substancias más dañinas, Guatemala continúa apostándole a la prevención como método de reducir el consumo de drogas. En cuestión de rehabilitación, contrario a Norteamérica, donde se busca tratar las adicciones con fármacos combinados, el país continúa con metodologías terapéuticas.

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POR JODY GARCÍA
jgarcia@lahora.com.gt

El Instituto de Investigación Scripps, dirigido por George Koob, profesor y presidente del Comité Neurobiológico de Trastornos Adictivos de los Estados Unidos, descubrió que la combinación de dos fármacos ya existentes, vendidos comercialmente, tiene el potencial para tratar a personas adictas a la cocaína, una de las drogas más adictivas.

La unión de bajas dosis de los fármacos naltrexona y buprenorfina administrada a ratas adictas a la cocaína hizo que éstas controlaran su comportamiento compulsivo relacionado a la droga; esto porque la dosis combinada produce que el cerebro pase de estar estresado y agresivo a un estado normal, refieren informes de Scripps.

Según las investigaciones, ambos medicamentos –el primero creado para combatir la adicción al tabaco y el segundo para contrarrestar el consumo de alcohol– son ineficientes para los objetivos que fueron diseñados originalmente. Uno, porque uno no hace bien el trabajo, y el otro porque por sí solo ya es adictivo.

Sin embargo, dicha combinación para enfrentar la adicción a las drogas ya está a la espera de pasar por ensayos clínicos para comprobar que también es efectiva en personas y sea aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Con esto buscan incidir en el alto número de consumidores de cocaína en Norteamérica.

En Estados Unidos, el abuso de cocaína, dentro de todas las drogas, es uno de los problemas más importantes. En años anteriores, el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas de dicho país estimó que en 2008, 1,9 millones de estadounidenses habían consumido cocaína durante el último mes. La cifra preocupa porque el consumo desata otros problemas tales como la integración de pandillas, el narcotráfico, enfermedades de trasmisión sexual y trata de personas.

¿Y GUATEMALA?
En Guatemala, de acuerdo con el Informe Mundial sobre Drogas 2011, de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés), el consumo de cocaína también se habría incrementado. En el informe se consigna que para América Central, la prevalencia de uso de este narcótico se concentraría entre un 0.5% y 0.6%.

Por aparte, la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Contra Las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas (SECCATID) dio a conocer que el 49 por ciento de los jóvenes guatemaltecos ha consumido marihuana, por lo menos una vez en su vida.

Según la información oficial, la marihuana es la droga ilícita de mayor consumo entre los jóvenes, iniciándose la mayoría a los catorce años; mientras que el consumo de alcohol, es considerado la puerta de ingreso a drogas ilícitas y de mayor dependencia, como la marihuana, la cocaína y el crack.

También la Primera Encuesta Nacional de Juventud en Guatemala (Enju 2011) arrojó estadísticas sobre el uso de las drogas en Guatemala; estimó que un 3% de la población entre los 15 y 29 años ha probado estupefacientes. De estos, el consumo de cocaína y crack, contrario a otros países, es el más evitado; es la mariguana la droga con más demanda.

Para UNODC, la accesibilidad a la droga también es un factor de riesgo latente, pues detalla que los precios de los narcóticos en Guatemala, son de los más bajos en la región. En relación a esto, otra investigación presentada por UNODC, titulada “Delincuencia Organizada Transnacional en Centroamérica y el Caribe: Una Evaluación de las Amenazas”, refiere que cuando se trata del tráfico de drogas, principalmente la cocaína en Centroamérica, todos los caminos llevan a Guatemala, problema que incide en el aumento de homicidios relacionados con el narcotráfico, principalmente en las zonas fronterizas

Para solventar la situación, y prevenir el consumo en el sector más joven, en la Política Nacional de Juventud 2012-2020, se menciona como objetivo prevenir el alcoholismo, drogadicción y tabaquismo; así como las enfermedades crónicas no transmisibles, pero dentro de las estrategias únicamente se menciona un sistema de monitoreo de acción y una estrategia de comunicación que se refiere a la difusión de las políticas en los medios de comunicación, no acciones precisas.

EL COMBATE AL CONSUMO
El presidente Otto Pérez Molina propuso desde inicios de este año, que el narcotráfico se enfrente como un problema de salud y ya no como uno de justicia penal, esto como parte de su invitación de buscar nuevas estrategias para combatir ese flagelo.

Pérez Molina señala que las nuevas rutas contra el narcotráfico deben incluir la prevención del consumo, el tratamiento a los adictos y las oportunidades de trabajo para quienes tienen actualmente en el narco su manera de sobrevivir económicamente.

De acuerdo con el mandatario, son los jóvenes los más vulnerables, y en el caso de Guatemala, refiere que paulatinamente se ha incrementado el consumo de drogas en ese sector.

No obstante, su propuesta según analistas se encuentra en un punto muerto, y es necesario evidenciar, cómo en Guatemala se trabajan los problemas de drogadicción y las estrategias para la rehabilitación, ya que aquí no se cuenta con laboratorios que diseñen fármacos que puedan contrarrestar la incidencia del consumo.

Para formular políticas nacionales para la prevención y tratamiento de adicciones, así como la prevención de las acciones ilícitas vinculadas con el tráfico de drogas en todas sus formas y actividades conexas, fue creada la Comisión contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas, mediante el decreto 48-92 del Congreso de la República.

De esta se desprende SECCATID, institución adscrita a la Vicepresidencia de la República, que tiene como objetivo diseñar, coordinar y ejecutar programas de prevención del consumo de drogas.

PREVENCIÓN
María Antonieta Solórzano, directora de proyectos de SECCATID, informó que como parte de los planes de trabajo de la Secretaría, cuentan con programas impartidos a niños desde los seis años, como punto inicial de una fase preparatoria de prevención de violencia y consumo de drogas.

El programa “Mis Primeros Pasos”, incluido en el Currículo Nacional Base del Nivel Preprimario (CNB), es trabajado en conjunto con el Ministerio de Educación. Para desarrollarlo, Solórzano explicó que utilizan técnicas interactivas, tanto cuadernos de ejercicios como actividades con títeres, “con el programa tratamos de desarrollar desde temprana edad su autoestima y valores”.

Solórzano también habló de PRONEPI, un programa dirigido a la Comunidad Educativa (docentes, estudiantes, padres y madres de familia) del nivel primario y medio de educación a nivel nacional.

Además habló del programa Prevención laboral, dirigido a colaboradores de instituciones gubernamentales y no gubernamentales. En este espacio reciben información, por ejemplo, trabajadores de la Empresa Portuaria Quetzal, la Portuaria Santo Tomás, algunas de empresas privadas, e instituciones del Estado.

“La idea es trabajar el tema de prevención, porque la mano de obra deja de ser pro activa”, dijo Solórzano, quien señaló que también se busca prevenir la violencia intrafamiliar.

Para el sector juvenil, comprendido entre los 12 y 17 años, los esfuerzos se encaminan a la iniciativa Gira Vive sin Drogas, que tiene como metodología el arte, explicó Solórzano. Para el efecto cuentan con el apoyo de instituciones como la Fundación Azteca y la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemalteca (CDAG).

“En esta gira se tocan temas para prevenir el uso de drogas, problemas como la anorexia, bulimia, el bullying, problemas que a los jóvenes les preocupan; y a través de este programa realizamos una encuesta autoaplicable, en la cual los participantes de forma confidencial nos responden preguntas relacionadas con el consumo de drogas, temáticas que quisieran que abordáramos, y nos dan información de dónde son los lugares donde les ofrecen la droga y cuál es la que más consumen”, dijo Solórzano y agregó que los datos son utilizados para realizar diagnósticos utilizados para desarrollar estrategias.

REHABILITACIÓN
Para tratar casos de rehabilitación, SECCATID cuenta con el Centro de Tratamiento Ambulatorio (CTA), atendido por psicólogos, médicos, trabajadoras sociales y maestros de computación.

De acuerdo con la Directora de Proyectos, además del tratamiento cuentan con una fase de reinserción social, donde desarrollan cursos de computación para dotar a quienes logren dejar una adicción, de herramientas para salir a buscar un empleo.

Para mejorar la atención, indicó que próximamente contarán con talleres de carpintería y repostería.

El tratamiento de Seccatid dura 8 meses, y consiste en terapias grupales y familiares, que buscan en primera mano, lograr que el usuario acepte su problema de adicción, luego de esto, mejorar el ambiente y las relaciones interpersonales que le permitan aprender a vivir sin consumo de ningún tipo de droga.

Si alguno de los tratantes necesita tratamiento médico son referidos a un hospital nacional.

En ese sentido, Jorge Villavicencio, titular del Ministerio de Salud y Asistencia Social, dijo que la cartera trabaja por medio de instituciones que regulan los temas de drogadicción.

“Son organizaciones no gubernamentales, fundaciones que se dedican a ese tema en específico, y son avaladas por el Ministerio de Salud”, indicó.

De acuerdo con Villavicencio, el MSPAS trabaja en conjunto con el Ministerio de Educación, el proyecto Escuelas Saludables, donde buscar educar y dar información a los estudiantes sobre el consumo de estupefacientes, pues “lo importante es enseñar las complicaciones del uso de drogas, porque es un tema accesible”.

Por último refirió que en los hospitales San Juan de Dios y Roosevelt, los Departamentos de Psiquiatría valoran y tratan el tema de la adicción, de los pacientes que ingresan.

INVESTIGACIÓN
“EL LADO OSCURO”

La dependencia de distintas drogas, incluyendo la nicotina y el alcohol, se define como un trastorno crónico y recidivante caracterizado por un consumo abusivo y continúo de estas sustancias a pesar de las consecuencias negativas para la vida de una persona. Esto de acuerdo con George Koob, del Instituto de Investigación Scripps.

Según Koob, la adicción al consumo de drogas tiene un carácter compulsivo, y se caracteriza por la falta de control por parte del individuo. Asimismo, incide en la continuación del consumo a pesar de evidencia clara de sus consecuencias negativas.

Desde una perspectiva neuropsicológica, se considera que la adicción es resultado de un conjunto de alteraciones cerebrales que afectan a múltiples sistemas neurobiológicos y que resultan en disfunciones en procesos motivacionales, emocionales, cognitivos y conductuales.

El experto refiere que los avances en investigaciones han permitido entender cuáles son las razones por las cuales las drogas despiertan estímulos placenteros, pero lo que realmente no se conoce es porque las drogas hacen sentir mal a los consumidores.

“Las drogas hacen sentir bien porque liberan dopamina, también activan endorfina; que al llegar al cerebro, actúan como substancias químicas que tienen los mismos efectos que la morfina, o que la heroína”, indicó durante un taller impartido en la Universidad de San Diego, California, el pasado martes 2 de octubre.

No obstante, nuestro organismo no está adaptado para a travesar por condiciones estimulantes “perpetuas”, pues a la larga el efecto es contraproducente. A esta condición, Koob le llama el “lado oscuro de la droga”.

En su ponencia consignó que la búsqueda de drogas está asociada con la activación del circuito de “recompensa neuronal”. Aquí sostiene que la adicción de drogas también implica un “lado oscuro”, por existir una disminución de la función normal de recompensa cuando se consume.

Koob refiere que este estado se caracteriza por la presencia de disforia, irritabilidad, ansiedad y estrés durante la abstinencia, por lo que se recurre al consumo para intentar volver a compensar el equilibrio, generando una espiral desadaptativa.

Es aquí cuando según Koob, se llega a consumir las drogas no para sentirte bien, sino para evitar sentirte mal: “el lado oscuro de la adicción”.

“En esta gira se tocan temas para prevenir el uso de drogas, problemas como la anorexia, bulimia, el bullying, problemas que a los jóvenes les preocupan; y a través de este programa realizamos una encuesta autoaplicable, en la cual los participantes de forma confidencial nos responden preguntas relacionadas con el consumo de drogas, temáticas que quisieran que abordáramos, y nos dan información de dónde son los lugares donde les ofrecen la droga y cuál es la que más consumen”.
María Antonieta Solórzano
SECCATID