Si los caminos se juntaran, dejarían de ser dos. Por eso no se juntan.
Sólo se encuentran y platican.
Erwin: Fijáte vos que esta vez tuve que reducir mis formatos. El espacio de Rocío es chico.
Rudy: Eso fue lo que me gustó de exponer en esta galería? yo ya venía pintando formatos pequeños y me gusta el aire íntimo con el que hay que acercarse a ellos.
Erwin: Curioso que expongamos juntos por primera vez después de tanto tiempo, ¿verdad? Bueno, de una u otra manera, siempre hemos coincidido.
Rudy: Coincidir un montón, en muchas oportunidades, actividades, pero no en una muestra los dos.
Erwin: Esta vez he seguido con la línea que he venido pintando: rostros femeninos de ojos grandes imperturbados, flora y fauna que perturban por insinuantes.
Rudy: En cambio yo ya llevo un tiempo en una zona que pocos tocan en forma directa y sin contradicción de ningún tipo: la iconografía religiosa.
Erwin: Bueno, yo creo que lo importante es encontrar el lugar donde uno se siente a gusto.
Rudy: Para mí, ese lugar no me provoca gusto, sino que me altera, me inquieta, me recompone, bueno? y, sí, al final me da tranquilidad, pero no precisamente gusto.
Erwin: Claro, eso de estar a gusto no es más que sentirse bien con lo que uno hace.
Rudy: Sí, podría decirse que después de mucho hurgar en uno mismo, las soluciones se van dando y yo estoy complacido con esta nueva línea, aunque tiene mucho de mis motivos de siempre.
Erwin: Tú te has mantenido fiel a la atmósfera difuminada y borrosa de tus cuadros y, desde hace ya un buen tiempo, a esa economía restringida de colores.
Rudy: No digamos, tú, Erwin que no hay forma que soltés a tus iguanas.
Erwin: No me fregués, Rudy, si mirá cómo andan sueltas por todos mis cuadros.
Rudy: A eso me refiero, a tus cuadros llenos de animalejos?
Erwin: Ah, pero no son cualquier tipo de bichos, ¡son del trópico!
Rudy: Sí, yo también pinto lo nuestro, pero soy más del altiplano, de la nostalgia, de algo que busco talvez a través de los grabados de Rembrandt: esos momentos en que el Maestro pasa abrumando a todos con su misericordia. Lo mío es la fragilidad humana.
Erwin: lo mío también, sólo que soy más explicito. Hablo de la seducción a través de los frutos y tú vas unos episodios más adelante: en el Gólgota.
Rudy: sí, al fin y al cabo, estamos redimidos, vos?.
Erwin: ah, ¡pero yo no soy religioso!
Rudy: Claro que sos, a ti y a mí nos ha redimido la pintura.
Al fin y al cabo, los caminos de los pintores siempre se juntan.