¿Dónde se recrea nuestra niñez y adolescencia?


Discriminación, exclusión social, violencia y ausencia de polí­ticas públicas para la prevención del delito en niños, niñas y adolescentes, son algunas de las causas por las cuales el Servicio Forense de Guatemala, reportó durante 2006, 457 muertes violentas en población comprendida entre los 0 y 17 años.

Juan Manuel Castillo
lanana2@itelgua.com

Según el informe «Muertes violentas en niñez, adolescencia y juventud, propuestas para su prevención», publicado por la Procuradurí­a de los Derechos Humanos, PDH, a través de la Defensorí­a de la Niñez y la Juventud, el 43.8 por ciento de la población guatemalteca es menor de 14 años y el 11.2 por ciento se encuentra entre los 15 y 19 años.

El «Diagnóstico del Delito en Adolescentes y Jóvenes y Propuestas para la prevención» realizado por la Coordinadora Juvenil para la Prevención del Delito, cita que hay un millón 200 mil niños, niñas y adolescentes trabajadores, 20 mil en las calles y 30 mil adolescentes y jóvenes involucrados en pandillas, delincuencia, violencia y drogadicción, dato que crece aceleradamente incluso en comunidades indí­genas.

El documento da cuenta de que existen altos niveles de abuso, maltrato y violencia hacia la niñez, adolescencia y juventud, así­ como falta de empleo y oportunidades de desarrollo económico.

A criterio de Marco Antonio Canteo, director del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales, IECCP, los esfuerzos que se hacen por invertir en la promoción de los derechos de niñez y adolescencia, son insuficientes, «hacen falta muchos más recursos, pero también cambios culturales importantes para mejorar la situación de la niñez y adolescencia», expresa.

El especialista, afirma que cada dí­a son menos los espacios de recreación para niñez y adolescencia, «la ausencia de estos espacios provoca que no puedan implementarse adecuadamente polí­ticas de prevención primarias en el paí­s. En los últimos años hemos asistido a la creación y expansión de espacios de recreación como canchas de futbol u otros deportes, pero en su mayorí­a son servicios privados que no todos los niños, niñas y jóvenes pueden pagar».

Polí­tica pública de prevención del delito

Ví­ctor Gudiel, director de Fundación para la Juventud, FUNDAJU, recuerda que en enero de 2005 se aprobó la Polí­tica Nacional de Prevención de la Violencia Juvenil, la cual buscaba promover el deporte, la recreación y la cultura con el objetivo de que la niñez, adolescencia y juventud no se involucraran en ningún acto delictivo.

Sin embargo, muy pocos fueron los esfuerzos realizados por las autoridades, especialmente por el Ministerio de Cultura y Deportes, para garantizar el cumplimiento de esta polí­tica, recuerda.

«Barrio adentro», fue uno de esos proyectos, el cual buscaba promover el deporte a través de espacios recreativos con el objetivo de prevenir el delito en niños, niñas, adolescentes y jóvenes, «en esta iniciativa no habí­a un programa de participación permanente; este gobierno ha impulsado algo, pero muy disperso, sin un plan que organice a la comunidad para garantizar la permanencia», expone.

Algunos esfuerzos

«Convivencia con mi barrio», es un programa impulsado por el Teatro de de Bellas Artes, el cual está adscrito al Ministerio de Cultura y Deportes y consiste en promover el arte escénico en niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, «el proyecto surge con la necesidad de rescatar el público del sector y que los niños y niñas se acerquen a este arte», explica Cynthia de Chiara, directora del teatro.

La profesional comenta que se realizarán capacitaciones, dirigidas a los vecinos de la Avenida Elena, «la niñez y adolescencia se estará capacitando en talleres de danza, música, teatro, para generar un espacio alternativo para que esta población pueda invertir su tiempo en actividades culturales y de esta forma no se involucren en ningún tipo de actividad delictiva», explica.

German Rafael Galicia, de la Comisión Presidencial por los Derechos Humanos, COPREDEH, comenta que la institución a la que representa realizó recientemente (del 26 al 30 de junio) la segunda Muestra Nacional de Teatro por los Derechos Humanos, donde participaron alrededor de 600 jóvenes de 49 municipios de todo el paí­s; en dicha muestra la juventud pudo expresar a través de este arte, los problemas que aquejan a sus comunidades, en los cuales se encuentran: la violencia, pandillas e inseguridad entre otros.

Sin embargo, Gudiel considera que estos esfuerzos son aislados, desorganizados y dispersos, por lo que lamenta que en Guatemala no exista un seguimiento a programas donde niños, niñas, adolescentes y jóvenes, puedan tener un punto de expresión artí­stica y cultural.

Debido a la escasa continuidad de polí­ticas públicas que promuevan la prevención del delito, la Coordinadora Juventud por Guatemala presentó el «Informe de Auditorí­a Social a la Polí­tica Nacional de Prevención de la Violencia Juvenil y su ente rector la Comisión Nacional de Prevención de la Violencia y Promoción Integral de Valores de Convivencia, CONAPREPI», el cual concluyó que el paí­s carece de presupuesto para invertir en programas de prevención del delito.

Además el documento revela que existe falta de institucionalización por parte de las dependencias estatales, para promover programas de recreación a través de la cultura y el deporte.

Por lo que la prevención del delito en niñez y adolescencia es otro tema pendiente, en la agenda de la presente administración. Lo que obliga a las distintas dependencias del Estado a cumplir con lo establecido en la Polí­tica Nacional de Prevención de la Violencia Juvenil, para que de esta forma niños, niñas y adolescentes puedan optar a espacios de recreación deportivos, culturales y artí­sticos.

Según el informe «Muertes violentas en niñez, adolescencia y juventud, propuestas para su prevención», publicado por la Procuradurí­a de los Derechos Humanos, PDH, a través de la Defensorí­a de la Niñez y la Juventud, el 43.8 por ciento de la población guatemalteca es menor de 14 años y el 11.2 por ciento se encuentra entre los 15 y 19 años.