Al final, la tormenta tropical Don fue poco más que las tormentas eléctricas del verano. Se esperaba que algunas lluvias dispersas persistieran en partes del sur de Texas, pero la mejor esperanza de la zona de recibir lluvias considerables en meses se derrumbó cuando la tormenta se aproximaba ayer y bañó el área con menos de 2,5 centímetros (una pulgada) de lluvias y vientos fuertes.
Oficialmente el centro de Don se mantenía junto a la costa de Texas a las 8:40 de la noche del viernes (0140 GMT), pero en ese momento era poco más que un sistema de baja presión, dijo Lixion Avila, especialista en huracanes del Centro Nacional de Huracanes.
«Es un sistema muy débil», dijo Avila. «No importa si toca tierra». Ya que Don nunca se convirtió en huracán, el centro no emitió un aviso especial cuando se aproximó. Su siguiente actualización estaba programada para las 10 de la noche (0300 GMT). El conjunto de tormentas se centró al sur de la bahía de Baffin, en una zona poco poblada, de tierras agrícolas.
Los productores de algodón que se apresuraron a recoger su cosecha en los últimos días, pero aún así dejaron grandes cantidades de sus esponjosas plantas en el campo, podían suspirar de alivio ya que las estaciones del Servicio Meteorológico Nacional en Corpus Christi y Brownsville dijeron que la precipitación fue de unas 0,5 pulgadas (12,7 centímetros) en la mayoría de las áreas. Para otros agricultores y rancheros era volver a mirar el cielo con nostalgia por la lluvia.
«No fue tanta lluvia o viento como se había pronosticado originalmente», dijo José Tomaselli, del Servicio Meteorológico Nacional. «Habría dañado seriamente la cosecha de algodón». Los vientos más fuertes registrados fueron de unos 58 kilómetros por hora (36 millas por hora) en una boya en alta mar, dijo.
En tierra, la meteoróloga Lara Keys en la oficina de Corpus Christi dijo que los vientos soplaban a 37 kph (23 mph).
Casi la totalidad de Texas sufre una sequía extrema, e incluso los pocos centímetros de lluvia que se preveía traería Don no la habría curado, pero en este momento cualquier humedad es apreciada. Apenas se disimulaba la emoción por la llegada de Don, que se dirige a una franja del litoral con escasa población entre Corpus Christi y Brownsville.
Algunos pobladores consideraron también que el arribo de Don serviría para afinar los preparativos para próximos temporales
Don fue ubicado en las primeras horas de la tarde a unos 193 kilómetros (120 millas) al este-noreste de Brownsville mientras se dirigía hacia el oeste a 24 kilómetros por hora (15 millas por hora) y con vientos sostenidos de 80 kph (50 mph), según el Servicio Meteorológico Nacional. Las primeras bandas de lluvia tocaron el litoral en la tarde de ayer.
Las autoridades establecieron una alerta de tormenta tropical para la costa de Texas desde la desembocadura del Río Bravo hasta Matagorda, hacia el norte.
Las autoridades de la Costa Nacional de la Isla del Padre cerraron sus playas la noche del jueves. El condado de Nueces, donde se encuentra Corpus Christi, restringió los campamentos provisionales en sus playas, y las instituciones educativas de Texas A&M en Corpus Christi, Del Mar College y la Universidad de Texas en Brownsville cerraron sus campus.
Luis Canales, de la ciudad de McAllen, consideró que Don sería algo habitual para la población de una zona acostumbrada a huracanes poderosos.
«En cierta manera, esta tormenta tropical es una prueba preliminar de un verdadero huracán», estimó Canales mientras sujetaba varios muebles de patio en el parque de Isla Blanca en el extremo sur de la Isla del Padre. «Esto nos ayuda a prepararnos para lo que necesitemos».