Don Quijote de la Mancha vive su sueño de Carnaval


Don Quijote de la Mancha es el centro del Carnaval de Rí­o de Janeiro de este año. En esta caravana, se observa la escena en que el personaje lee libros de caballerí­as, lo cual lo conducirí­a a la locura. FOTO LA HORA: AFP VANDERLEI ALMEIDA

Don Quijote de la Mancha peleará con monstruos y molinos y vivirá nuevas y originales aventuras cuando inaugure el domingo el famoso Carnaval de Rí­o, en un homenaje que le rinde la tradicional «escola de samba» Uniao da Ilha.


Como parte del tema del Quijote, gigantes, toros, molinos de viento, entre otros sí­mbolos de la novela, serán presentados. FOTO LA HORA: AFP VANDERLEI ALMEIDAOtra de las carrozas que se preparan para el Carnaval, con motivo de la historia de don Quijote. FOTO LA HORA: AFP VANDERLEI ALMEIDA

La figura del Quijote de más de cinco metros de altura, libro en mano, aparece sentada en la cabecera de uno de los carros alegóricos que están siendo terminados en los galpones de la escola para protagonizar el desfile de carnaval.

El libro caerá de sus manos cuando se duerma e ingrese en su mundo de sueños, explica a la AFP la «carnavalesca» (directora artí­stica) Rosa Benedetti, responsable de la presentación de Uniao da Ilha (Unión de la Isla).

En su mesa de trabajo, tiene abiertos varios libros de Don Quijote, otros sobre diseño medieval, y también láminas del famoso hidalgo realizadas por el pintor brasileño Cándido Portinari, que inspiraron ropas y alegorí­as.

Una estatua del héroe imaginado por Miguel de Cervantes en metal amarillo y de unos 80 cm de altura hecha por uno de los integrantes de la escola de samba, preside el desparramo.

Esta mujer de voz grave y aspecto cansado pero feliz, que fuma un cigarrillo tras otro para combatir los nervios de los últimos dí­as de preparativos, explica la idea, muy simple, que rige el desfile.

El Quijote «vive aventuras. Seleccioné las más conocidas», señala escueta, al tiempo que, con orgullo apenas disimulado, muestra algunos de los cientos de diseños estampados en telas que lucirán los 4.000 «componentes» que desfilarán con Uniao da Ilha por el mí­tico Sambódromo de Rí­o de Janeiro el dí­a que se inaugure la fiesta.

La «comisión de frente», que encabeza los desfiles de las grandes escolas, vendrá escoltada por tres gigantescos y muy negros toros Miura, los toros de lidia sacrificados en las corridas en España, que fácilmente superan los tres metros de altura.

Monstruos y molinos varios serán los enemigos del héroe en su sueño, que busca homenajear a España y aparece por primera vez como tema central de un desfile en el Carnaval carioca.

«Siempre me gustó Don Quijote. Es el segundo libro más leí­do del mundo después de la Biblia sagrada», indica Sidney, Ney, como es conocido en el mundo del carnaval el presidente de Uniao da Ilha, sentado debajo de un cuadro con una lámina plastificada de Jesucristo, otro de la Virgen Marí­a, y rodeado de estatuillas de santos.

De España, recibió poco y nada: unos 20.000 reales de la Secretarí­a de Cultura española y otro tanto del Instituto Cervantes, explicó a la AFP, insistiendo en que, aunque les hubiera resultado útil, no tení­an por objetivo obtener financiamiento español.

El total suma unos 21.500 dólares, una parte í­nfima de los cinco millones de reales (2,7 millones de dólares) de presupuesto de la agrupación.

«Nuestra disponibilidad financiera no permitió efectos especiales», indicó Ney. Sin embargo, sostuvo, «la escola viste de la cabeza a los pies» a sus integrantes.

Este año «desfilarán más de 200 españoles residentes en Brasil», añadió. Y en la «baterí­a», la percusión, habrá dos mujeres «tocando castañuelas», dijo.

En el gigantesco galpón donde se guardan las carrozas en las que bailarán hasta el cansancio centenares de hombres y mujeres especialmente vestidos -o desvestidos- para la ocasión, el trabajo está muy avanzado, pero los ajustes y verificaciones irán hasta el último minuto.

Los enormes carros alegóricos serán llevados hasta el Sambódromo Marqués de Sapucaí­, y el domingo, a las 21H00 locales, los fuegos artificiales darán paso al «samba enredo» (tema principal) de Uniao da Ilha.

«La Isla viene a cantar/Otro sueño imposible… ¡Soñar!/Quién no tiene una loca ilusión/Y un Quijote en su corazón», dice la letra.

Y entonces, de la mano de un Quijote que abrirá un mundo de fantasí­as, el Carnaval de Rí­o habrá comenzado de nuevo.

BRASILIA 50 años


El cincuentenario de la ciudad de Brasilia, capital futurista de Brasil, será conmemorado en el mayor carnaval del mundo por la popular escuela de samba Beija-Flor que promete un desfile lleno de sorpresas, aunque con la ausencia del arquitecto centenario Oscar Niemeyer, uno de los creadores de la ciudad.

«Brasilia, del sueño a la realidad, la capital de la esperanza» es el tema que Beija-Flor llevará la madrugada del lunes al Sambódromo, la gran avenida del carnaval de Rí­o de Janeiro.

El desfile de la conocida escuela representará «una Brasilia diferente a la que todos conocemos», explicó a la AFP el «carnavalesco» (director artí­stico) de Beija-Flor, Alexandre Louzada.

«Dejamos de lado a la polí­tica y viajamos al universo mí­tico y legendario de la ciudad» que es Patrimonio de la Humanidad desde 1987, dijo Louzada. Con ello, algunos monumentos sí­mbolos de Brasilia, como los que acogen a los tres poderes, no aparecerán en el desfile y serán reemplazados por cuentos sobre las historias y leyendas acerca del origen de la ciudad.

Se verán en cambio las columnas curvas del Palacio de la Alvorada -residencia del presidente- que recuerdan las formas sensuales del cuerpo de la mujer, tan queridas por Niemeyer que acaba de cumplir 102 años, afirma el director artí­stico de esta escuela.

Beija-Flor es la escuela favorita del mandatario Luiz Inacio Lula da Silva cuyo segundo y último mandato termina el próximo primero de enero.

El año pasado Lula asistió -y podrí­a asistir este año también- al desfile de Beija-Flor, que se consagró vicecampeona del carnaval 2009 tras haber sido campeona en 2007 y 2008.

Este sueño de recrear Brasilia lejos de la Explanada de los Ministerios de la capital, empezó cuando el gobierno del Districto Federal -donde se encuentra la ciudad- decidió incluir la participación de una escuela de samba en los festejos del cincuentenario, que se celebra el 21 de abril.

Fue el proyecto de Beija-Flor con sus 3.800 bailarines, músicos y demás componentes, la mayorí­a oriundos de las favelas de Nilópolis, una ciudad del norte pobre de Rí­o, que fue seleccionado en licitación.

El desfile que incluirá ocho grandes carros alegóricos, de hasta 16 metros de altura que son un derroche de lujo, terminará con un homenaje a la gente y los pioneros de la futurista ciudad creada hace cincuenta años en medio de la sabana de Brasil.

De los cuatro millones de dólares que Beija-Flor gastó en el carnaval, 1,5 millones provienen de la gobernación de Brasilia.

Algunas empresas privadas declinaron cofinanciar el desfile tras los escándalos de corrupción que rondan al gobernador conservador de Brasilia, José Roberto Arruda, explicó Louzada.

La reputación de la escuela también se vio manchada hace algunos años, tras el arresto en 1993 de su presidente, Aniz Abrao David, condenado a seis años de cárcel. El hombre, que sigue siendo el presidente de la escuela de la cual es uno de los principales patrocinadores, fue arrestado con otros 13 jefes de la popular loterí­a clandestina conocida como «jogo do bicho».

La escuela es una de las más populares. Y ya antes del carnaval de este año, Louzada está pensando en el próximo.

«Me gustarí­a hacer un desfile sobre China, madre de las civilizaciones y ya hice contactos, pero existe un problema de libertad de creación. No se puede hablar de ciertas cosas, como el Tí­bet por ejemplo, y eso es un freno a la creación», afirmó, poniendo en duda que lleve a cabo ese proyecto.