Personalmente no conozco a don Carlos Batres, el árbitro mundialista de nacionalidad guatemalteca, pero quienes le han tratado lo describen como un hombre sencillo, respetuoso y con cualidades humanas excepcionales.
En el recién concluido Campeonato Mundial de Futbol de la FIFA celebrado en Sudáfrica, don Carlos tuvo un brillante desempeño, poniendo muy en alto el nombre de Guatemala, lo cual ha originado una gran admiración en los diversos sectores de la sociedad.
Su alto nivel profesional puesto a prueba en los diferentes partidos que le tocó dirigir en ífrica, es una demostración además del talento que existe en el pueblo de Guatemala y que nos ha permitido descollar en distintas actividades a nivel internacional.
En nuestra historia aparecen escritos con letras de oro los nombres de numerosos guatemaltecos, entre ellos los del insigne escritor Miguel íngel Asturias, Premio Nobel de Literatura y Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz.
En el caso de don Carlos Batres, hay que mencionar la circunstancia dolorosa tan especial que lo rodeó en los momentos en que se encontraba en Sudáfrica, pues recibió la triste noticia del fallecimiento de su señora madre, lo cual lo colocó entre la espada y la pared.
Durante una entrevista que le hizo anoche el periodista Edison Moreno en T 13 Noticias de Telecentro Canal 13 de televisión, relató que tenía que tomar la difícil decisión de continuar representando a Guatemala en el Campeonato Mundial, o trasladarse a nuestro país para asistir a los funerales. Luego de un profundo análisis, llegó a la conclusión que el viaje tendría una duración de tres días, lo que significaba que para entonces su mamá ya estaría enterrada.
Fue este razonamiento el que lo condujo a proseguir con su trabajo arbitral sacando fuerzas de flaqueza ante el dolor que lo embargaba. Dijo que hizo las del payaso, tener que reír por fuera, pero con un gran sufrimiento por dentro. Confesó con gran modestia que varias veces se ha cuestionado si fue la mejor decisión o no, pero al final, fue la decisión que tomó.
Reveló que el juego más importante que le tocó arbitrar en este campeonato fue, sin duda, el que disputaron el equipo representativo de España, que ahora es el campeón del mundo, y el de Paraguay.
Expresó que se sentía satisfecho y profesionalmente muy realizado, pues con ese encuentro estaba haciendo un tercer juego de árbitro y en la etapa de cuartos de final. En el Campeonato de Corea-Japón dirigió uno en primera ronda y otro en octavos de final. Dijo que ahora en 2010 superó con creces lo que había logrado en 2002.
Don Carlos Batres ha pitado en todos los continentes constituyendo un gran orgullo para Guatemala.