Murió don Alfonso,
ha perdido el país
a un gran hombre,
a un gran hombre de maíz.
Bauer Paiz nació a la eternidad,
caminando va don Alfonso,
con su eterna claridad.
El pueblo le aplaude y le llora,
le hace valla hacia el cielo,
y aunque su palabra añora,
ese es nuestro consuelo.
No sé si era religioso…
pero se lo recomiendo
al Inmaculado Corazón de María,
que lo tome con su mano
y que le sirva de guía.
¡Hasta pronto don Alfonso!
¡Hasta pronto gran señor!
Reciba como despedida,
reciba todo nuestro amor.
Ahora está en las Alturas,
con el poeta Facundo,
se unieron dos almas puras,
que llora y aplaude todo mundo.
Don Alfonso, ¡hasta pronto!,
salúdeme a Víctor Manuel,
Gutiérrez era el apellido de él,
“El Verbo de la Revolución†le decían,
¡Así…! ¡Así lo conocían…!
¡Hasta siempre don Alfonso!
¡Hasta siempre!