Un dominicano sospechoso del asesinato de cinco panameños de origen chino llegó a Panamá anoche extraditado desde República Dominicana.
Fermín Antonio Taveras fue entregado por las autoridades dominicanas al director de investigación judicial de la policía panameña, Manuel Moreno, en el aeropuerto internacional de Santo Domingo desde donde fue trasladado en un vuelo comercial a la capital panameña.
El fiscal auxiliar, Dimas Guevara, quien lleva el caso dijo a periodistas que el martes temprano el sospechoso será examinado por los médicos forenses y luego interrogado.
Guevara subrayó la colaboración que brindaron las autoridades dominicanas a sus pares panameñas en la captura y posteriormente entrega del sospechoso.
«Algo muy importante que se ha dado en este caso es la colaboración internacional que los países tienen que darse cuando se comenten este tipo de delitos, llámese caso de narcotráfico, de secuestro, de homicidio», dijo Guevara. «Podemos decir que el gobierno de República Dominicana colaboró al máximo no solamente en la aprehensión sino también en ponerlo en mano de las autoridades panameñas que somos los encargados de investigar estos cinco casos de homicidio» que ocurrieron en la localidad panameña de La Chorrera.
Taveras Ramírez, de 41 años, está acusado en Panamá de haber participado en el secuestro y asesinato de 3 hombres y 2 mujeres de origen chino entre octubre de 2010 y septiembre de 2011.
Gisela Cueto, procuradora dominicana encargada de las extradiciones, precisó el viernes que de acuerdo con el expediente, al menos una de las mujeres fue sepultada viva en la casa que alquilaba Taveras Ramírez en La Chorrera, un poblado a 40 kilómetros al oeste de ciudad de Panamá.
La funcionaria detalló que Taveras Ramírez y sus cómplices supuestamente secuestraban a hijos de comerciantes chinos, para exigir a cambio de su liberación rescates de más de 100.000 dólares.
El sospechoso fue detenido el 17 de noviembre en el poblado de Andrés Boca Chica, 35 kilómetros al oriente de Santo Domingo, luego que había permanecido prófugo desde mediados de septiembre, cuando la policía panameña descubrió los cadáveres.
Tras su arresto, Taveras Ramírez firmó su extradición voluntaria en lugar de esperar a que la Suprema Corte de Justicia decidiera mediante juicio si había elementos suficientes para enviarlo a Panamá.
El hombre aseguró ante la corte que prefería ser extraditado para demostrar su inocencia ante los tribunales de Panamá.
Taveras Ramírez también portaba documentos con la identidad de Angel Betancourt, se había borrado mediante cirugía las huellas dactilares y se aclaró el cabello.
Además de Taveras Ramírez, otro dominicano identificado como Alcibíades Méndez, alias «José Celular», y un panameño están detenidos en Panamá acusados de los secuestros y homicidios.