DOMINGO PENELEU: ARTE Y SUEÑO


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El próximo martes se abrirá al público la exposición de pinturas y esculturas recientes del artista Domingo Peneleu (San Pedro La Laguna, Sololá) titulada “Sueños y fantasías”.  Pese al título, no se trata de obras surrealistas que surja de un estado onírico inconsciente ni de unas imágenes fantásticas producto de una imaginación desbordada que no tiene nada que ver con la realidad, sino más bien de proyecciones lúcidas de anhelados mundos mejores diametralmente distintos al que habitamos cotidianamente.

Por Juan B. Juárez

     Hace apenas unos años, en épocas más ideologizadas y dogmáticas, al artista y a su obra se les hubiera etiquetado como escapistas o evasivos; hoy, el contraste y la confrontación que plantea su trabajo artístico entre lo soñado y lo vivido, entre lo imaginado y lo sufrido, entre lo deseado y lo real tienen no sólo una intención crítica sino además proponen una actitud positiva para poner en juego todas las capacidades y potencialidades humanas que propician el cambio, no sólo la fantasía y el sueño sino también el trabajo y la voluntad orientados por la creatividad más lúcida y enérgica.

     Por otro lado, el que en este caso sueña es un artista de San Pedro La Laguna que tiene siempre frente a él el lago azul de Atitlán, y las leyendas antiguas y la historia reciente de su pueblo lo acompañan por donde quiera que vaya, de manera que sus sueños habrán de resultar, más que fantásticos o absurdos, reveladores. Ciertamente en estas obras, como si de un sueño se tratara, la imaginación del artista se libera y su fantasía parece entregarse al juego de crear una y otra vez mundos fantásticos hasta que las posibilidades formales y expresivas de lo que ha heredado y lleva sobre sí rocen el sinsentido y el absurdo, hasta el punto en que lo soñado se transforma en pesadilla y la realidad reclama sus fueros.

     Sus alargados personajes que como juncos se destacaban entre el azul del lago y al azul del cielo, imagen característica de su poética pintura, hace rato que ganaron la tercera dimensión que reclamaban, y ahora como esculturas instalan sus levedades en un espacio que colinda ya no con el sueño sino con la realidad y salen a nuestro encuentro planteando enigmas y misterios indescifrables.

     La psicología profunda que revela estas imágenes no es, sin embargo, únicamente la de Domingo Peneleu sino la de las personas a las que esas imágenes soñadas por el artista absorben a tal punto que pueden meterse dentro de ellas, como si se tratara de una intriga o de una historia que les concierne particularmente.  Estas personas descubrirán que esas imágenes paradisíacas, esos mundos leves e insustanciales que imagina el artista esconden una pulsión, un conflicto, cierto pathos angustiante que no es individual sino colectivo y que es precisamente lo que las salva de la evasión y las justifica como poesía y como arte. 
     La sugerente exposición que acoge los Sueños y fantasías de Domingo Peneleu permanecerá abierta al público hasta el 24 de mayo.