Carlos Pérez Avendaño
José Barnoya
Dr. Bianchi
Ingeniero Civil. Colegiado 423.
Sus continuos comentarios sobre la petición de renuncia de esa pléyade de narcodiputados, es a todas luces algo necesario e indispensable; pero por el negocio que éstos hacen será prácticamente imposible lograr respuestas favorables; sin embargo uniendo esfuerzos por todos lados y sobre todo de gente sin tacha, mejor aún.
Quiero dejar expresamente manifiesto que en ningún momento es como un apoyo al gobierno de Colom, quien da más palos que un ciego, sino a casos que debiesen ser fortalecidos, entre los que sin discusión alguna aparecen las declaraciones del vicepresidente de la República, doctor Rafael Espada, que sin apañalamientos o subterfugios, presenta denuncia contra un colega que ha hecho mal uso de los fondos originados en malversación de una ONG y que pareciera pensaron pasaría desapercibido y quizás hasta con agradecimientos de los ignorantes habitantes de la República.
Estos casos deben ser fortalecidos si en algo tratamos de rescatar Guatemala.
Sabrán estimados doctores que en casos específicos, como COVIAL, la precalificación para ejecutar obras se basa primordialmente en la capacidad económica y no en la experiencia y calificación técnica; y que aun existiendo una ley de colegiación obligatoria, se la pasan por el arco del triunfo como Oscar Clemente define constantemente, las precalificaciones de los mendozas, los salam, son muestras de lo que acontece.
¿Que sucedería si apócrifos médicos, suplantaran la colegiación obligatoria?
Con muestras de mi aprecio y respeto.