Con dos goles de su artillero Luis Suárez, Uruguay logró hoy en Port Elizabeth su pase a cuartos de final del Mundial de Sudáfrica-2010 al derrotar por 2-1 a Corea del Sur, consiguiendo meterse entre los ocho mejores por primera vez en 40 años.

Suárez remató a los 8 minutos de juego un centro de Diego Forlán desde la izquierda para marcar el primero, y luego volvió a anotar a los 80 con un tiro magistral con efecto, que tocó en un poste para meterse dentro, cuando el resultado era en ese momento de empate 1-1.

A los 68, Lee Chung Yong habí­a igualado con un cabezazo y habí­a sembrado la intranquilidad entre los uruguayos, que tuvieron que bregar fuerte durante todo el partido ante un equipo de gran poderí­o fí­sico.

Con este doblete, Suárez alcanzó al frente de la tabla de goleadores, con tres tantos, al argentino Gonzalo Higuaí­n, al español David Villa y al eslovaco Robert Vittek.

Los jugadores surcoreanos arrinconaron en algunos tramos del juego en su área a los charrúas, que defendieron con mucho sacrificio su frágil ventaja en el marcador, hasta que llegó el empate.

Uruguay se medirá en cuartos de final, el próximo 2 de julio en el estadio Soccer City de Johannesburgo, al vencedor del choque entre Estados Unidos y Ghana, que se juega este sábado en Rustenburgo.

El primer campanazo del juego lo dio a los 5 minutos el delantero surcoreano Park Chu Young con un fortí­simo tiro libre que pegó en el poste cuando el meta charrúa Fernando Muslera apenas atinaba a mirar el balón.

Tras el susto, los uruguayos cargaron las baterí­as y comenzaron un intenso acoso en el área rival y en una de las cargas más intensas Diego Forlán mandó un centro por izquierda que recogió el goleador Luis Suárez ante una mala salida de Jung Sung Ryong, anotando el primero para los sudamericanos.

Ante el impacto, los surcoreanos revisaron sus revoluciones, reforzando la zaga, quizá el único «talón de Aquiles» de su funcionamiento, e intentaron llevar peligro hasta el arco de Muslera a base de velocidad.

El excepcional punta y capitán Park Ji Sung volvió a destacar con sus entradas punzantes, sus quiebres elegantes y sus desbordes.

En tanto los charrúas fueron fieles al dibujo táctico del técnico Oscar Tabárez con cuatro hombres al fondo y medio campo impagable formado por Diego Pérez, un infatigable jornalero, Egidio Arévalo Rí­os y ílvaro Pereira, un poco más adelantado, por las puntas.

El delantero del Atlético de Madrid, Diego Forlán, que hizo de nexo entre el mediocampo y los puntas Edinson Cavani y el goleador Suárez, tuvo una intensa faena.

En Corea del Sur, a la gestión siempre desequilibrante del volante del Manchester United inglés, Park Ji Sun, se sumó con denuedo y entradas raudas el volante Lee Yong Chungy, sobre todo, y el escurridizo Park Chu Young, convertido en una pesadilla para el flanco custodiado por Pereira.

Chu Young Park, en el minuto 31, lanzó un tiro de media distancia que salió del terreno apenas desviado.

En medio del atronador ruido de las vuvuzelas, un estadio Nelson Mandela Bay con enormes vací­os y una tarde de vientos, como es caracterí­stico en Port Elizabeth, los surcoreanos atenazaron en su área en algunos lapsos a los charrúas y asediaron intensamente el arco de Muslera.

El portero uruguayo salvó su meta a los 58 cuando Park Ji Sung disparó a quemarropa un centro de Du Ri Cha.

Por eso a nadie extrañó que a los 68 Chung Yong Lee emparejara el partido con un cabezazo.

Sin embargo, Suárez, un cazapelotas incansable, puso nuevamente en ventaja a Uruguay con un soberbio disparo en el área a los 80 minutos.

Cerca del final, Corea del Sur estuvo a punto de empatar cuando Muslera estaba sin opción y el balón, que rondaba la lí­nea de cal de la porterí­a sin rumbo, fue milagrosamente despejado por un defensa celeste.