Djokovic se luce y Miami sigue «maldito» para Nadal


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Las burbujas de jabón que interrumpieron su discurso fueron la mayor dificultad que enfrentó hoy el serbio Novak Djokovic, quien se lució para ganar el primer duelo de 2014 ante el español Rafael Nadal y conseguir su cuarto título en Miami.

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Por Daniel García Marco, Miami, Agencia dpa

Djokovic, muy superior, se impuso por 6-3 y 6-3 al español, que perdió su cuarta final en Miami, uno de los pocos eventos importantes que se le resisten al número uno del mundo.

   El serbio, número dos del ranking y el rival al que más se ha enfrentado Nadal en su carrera, sumó su segundo trofeo seguido tras el de Indian Wells hace dos semanas y el cuarto consecutivo de categoría Masters 1000.

   «Jugué a un gran nivel: servicio, revés, derecha cruzada. Hice todo bien, estoy entusiasmado con mi actuación», dijo Djokovic, visiblemente satisfecho y hasta sorprendido de haber vencido tan fácilmente.

   Campeón en Miami ya en 2007, 2011 y 2012, Djokovic ejecutó a la perfección su plan previo de volcar el juego a la derecha de su oponente para aprovechar luego el espacio al otro costado.

   «Me notaba lento corriendo hacia mi drive, me abría el espacio demasiado sencillo. Ha conseguido hacerme hueco en la pista sin tener que tomar mucho riesgo, lo cual es terrible porque está consiguiendo mucho premio sin tener necesidad de arriesgar», explicó Nadal, que fue claro: «Fue mejor que yo en todo».

   Sólo al principio de un partido que duró 1:24 horas el español y el serbio mostraron la igualdad que ha caracterizado la gran mayoría de sus 39 duelos anteriores. No hay otros jugadores que se hayan enfrentado tantas veces en la era abierta.

   Nadal dispuso de un punto de quiebre en el primer juego, pero el español no lo aprovechó. Con 3-2 a favor sí lo hizo Djokovic en su primera oportunidad, lo que resultó decisivo para que ganara el set inicial.

   El serbio, sólido con su saque tras el susto inicial, mandó y sorprendió con sus subidas a la red ante un Nadal menos agresivo que de costumbre, a merced de la derecha y el revés del segundo jugador del ranking mundial.

   No cambió la tendencia en el segundo set. Con un revés cruzado ganador, Djokovic quebró de inicio al español, poco dañino con su saque. Dos break points y dos quiebres que pusieron el partido cuesta arriba para Nadal.

   Djokovic se defendía con sus piernas elásticas y dictaba los puntos con sus golpes profundos y sus ángulos de vértigo. Excepto en el primer juego del partido, Nadal nunca pudo interpretar el servicio de su oponente.

   Además, el español sufría incluso para poner la pelota entre las rayas. Djokovic dispuso de otra oportunidad de quiebre, pero Nadal la salvó y se dio ánimos. Salvó su juego y seguía vivo para alegría de la afición de Crandon Park.

   El serbio, sin embargo, sólo tenía que confiar en su servicio, que no le falló. Pero fue con un nuevo break, tras un larguísimo último punto pleno de alternativas, como selló el triunfo en su primera oportunidad.

    «Ha estado bastante más brillante que yo. Ha habido un momento en el que ha fallado prácticamente nada, ha estado muy sólido. Haber ganado Indian Wells le da un bagaje de más partidos consecutivos jugando bien y ganando, esto le ha beneficado», analizó Nadal, que sufrió su tercera derrota seguida ante el serbio, el segundo jugador junto al suizo Roger Federer en enlazar dos veces los grandes títulos que se juegan en Estados Unidos en marzo en cancha dura.

   «He disfrutado mucho todo el partido. Viendo cómo he jugado, tenía que disfrutar, sentirme bien conmigo mismo, me sentí con mucha confianza», dijo Djokovic, que suma tres triunfos seguidos ante Nadal e hilvana los dos últimos Masters 1000 de 2013 (Shanghai y París) y los dos primeros de 2014 (Indian Wells y Miami).

   «No quería perder la concentración ni un segundo, porque sabía que Rafa va a darle la vuelta si le das una oportunidad», dijo el serbio, que efectivamente no concedió nada al español en el primer duelo del año en el «clásico» del tenis.